Es complicado redefinir a un género tan prominente como el pop, darle un nuevo sentido sonoro y en el proceso hacer de éste algo distinto, al menos lo suficiente para destacar en la homogeneidad musical que parece rodear la industria musical actualmente. Sin embargo, Julia Holter es la prueba viviente de qué la proeza es posible y que, de hecho, cuando se trata de expresar un nuevo sentir sónico, la célebre regla de moda, “menos es más”, aplica también a la música.
La cantante, originaria de Los Ángeles, California, descubrió en los teclados orquestales, del piano y clavecín la manera de llevar su música a un nuevo lugar, donde el ambiente, el barroco y el folk conviven acompañados de la idea principal que entendemos por pop.
Julia visitó por primera vez la Ciudad de México para ofrecer un concierto en el Ex Convento de San Hipólito, un lugar idóneo para compartir su obra y celebrar Have You In My Wilderness, su exitoso álbum de 2015. Aprovechamos la ocasión para platicar con la talentosa intérprete y descubrir un poco de la historia detrás de su propia reinvención del pop.
Cuéntanos, ¿cómo te involucraste en lo música, tienes algún recuerdo en específico del momento exacto en que ésta te cambió la vida?
Creo que fue cuando era niña y supe que quería aprender a tocar el piano –inicialmente era la batería, pero estoy segura de que mi mamá no quería tener un montón de tambores en la casa–, así que me compraron un teclado Casio y después, cuando cumplí 8 años, me dieron un piano de verdad, fue increíble. Empecé a tomar clases de piano y estaba tan clavada que básicamente eso me ha mantenido a la música desde entonces.
Así que fue la idea de tocar la que te enganchó a la música…
Creo que fue mi experiencia con el sonido, el acto físico de tocar el piano, lo que me involucró más que alguna referencia cultural. Aunque estoy segura de que he tenido inspiración formativa, estén o no relacionadas con lo que ahora hago, en especial cuando era más joven. Joni Mitchell, The Beatles, Billie Holiday, Tori Amos y Fiona Apple. Los sigo teniendo, por supuesto, aunque no estoy segura de cómo, supongo que junto a un poco del millón de excelentes músicos que he escuchado en toda mi vida.
¿Cuál es tu pieza de equipo favorito, esa que tienes que llevar a todos lados?
No soy una persona de equipo, pero parece que mi teclado Nord Stage se me pegó desde 2012 en grabaciones y shows. Es mágicamente versátil, algo ideal para mí.
Have You in My Wildernesses un disco con un sonido muy particular, se siente muy calculado y de estudio…
Sí, buscaba un sonido expansivo al estilo del pop clásico –lo que sea que eso signifique–, tal vez como un el gran sonido pop de una cálida balada de los 60.
¿Y cómo fue tomar canciones de éste y montarlas para el nuevo tour?
Primero fue terrorífico, pero después muy divertido. Siempre trato que las que las actuaciones sean una cosa completamente distinta a la grabación y viceversa, las dejo correr libres, que los músicos hagan lo suyo y que prueben diferentes arreglos e ideas. Por alguna razón odio ensayar, lo encuentro realmente aterrador e inquietante, pero me encanta actuar. Cada vez que estoy ensayando con los músicos pienso Oh Dios, no puedo hacer esto, no sé cómo comunicarlo, pero de alguna manera todo sucede y cada vez que hay un show me sorprende lo que acaba de suceder. A veces piensas que no estás listo, y descubres que cuando actúas tu cuerpo sabe qué hacer.
¿Cuéntame de la experiencia de grabar In The Same Room, tu álbum en vivo, ¿qué te llevó a buscar registrar el tour en un disco?
Estábamos en medio del tour de 2016 y, honestamente, muy cansados [risas], paramos en Londres por unos días para grabarlo, estábamos emocionados de poder oír lo que llevábamos, pero en un buen estudio. Para mí, especialmente, fue lindo escuchar mis canciones y lo que los músicos con los que tocaba hacían en el escenario; regularmente me concentro en lo que hago, así que es hermoso escuchar todo tan claro.
¿Crees que la experiencia de grabar este disco influirá en tu próximo trabajo?
Fue algo enriquecedor y emocionante de manera diferente a cuando trabajo en un disco; cuando lo hago tiendo a querer controlar todo, aunque sé que tengo que ceder y esto se sintió como un proyecto colaborativo con otros músicos. Quedé muy impresionada de los músicos con los que trabajé, lo que hicieron fue mágico y me dio el tiempo y el espacio para sentarme y apreciar nuestras actuaciones en su totalidad, sin adornos y sin capas de una manera ligeramente diferente a un álbum normal, sin toda la producción y las capas que implica. Así que sí, definitivamente estoy trabajando en música nueva que tendrá algo que ver con lo que hicimos en In The Same Room.
Revista
La entrevista estará disponible en el próximo WARP 88 Spring-Summer.
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