Por: @suscanread
The Horrors han desarrollado una profunda conexión con el público mexicano desde la salida de su primer disco, Strange House (2007), misma que los ha llevado a pisar los escenarios de los festivales más importantes del país, desde el Manifest en 2007 y el Vive Latino del 2012, pasando por un accidentado Corona Capital en el 2014 y un frío Ceremonia en 2015, sin olvidar sus íntimas presentaciones en solitario en 2009 y 2011, dentro del ya extinto Salón José Cuervo.
Este 28 de abril ejecutaron un set para presentar V (2018), su quinto disco de estudio, dentro de las instalaciones del Pepsi Center como parte del CNTRL Fest. Un show precedido por una gran tormenta en la CDMX que culminó con un sol luminoso, que bien puede funcionar como analogía para describir la séptima presentación de los ingleses en nuestro país.
A las 7:45 p.m. Faris Badwan, Tom Cowan, Rhys Webb, Joe Spurgeon y Joshua Hayward pisaron el escenario vestidos de negro (uniforme de la noche, por cierto) para comenzar con ‘Hologram’. A pesar de algunas dificultades técnicas, Tom logró acomodarse para llenar atmósferas densas y complejas, en un recinto que si bien no se encontraba a toda su capacidad, sí contenía la emoción tanto de fans como de algunos otros curiosos que se preparaban con el plato fuerte de la noche, Gary Numan.
Siguiendo con la experimentación del V, escuchamos ‘Machine’ para después, regresar al shoegaze de “Who Can Say” y saltar a un sonido mucho más electrónico e inclusive noise pop con ‘In Out of Sight’, joya del Luminous (2014). Para ese momento, cada integrante de la banda se encontraba en su estado natural. Mientras Joshua muy seguro de sí emocionaba al público cada vez que ejecutaba uno de sus riffs y overdrives, Rhys se entregaba a los sonidos de su bajo que nos invitaba a seguir bailando.
Regresando al Primary Colors (2009) nos regalaron finas y emotivas interpretaciones de ‘Mirror’s Image’ y ‘Sea Within A Sea’, donde Faris Badwan lució su crecimiento como frontman y vocalista del quinteto. Por su parte, Tom no dudo en cuidar cada detalle atmosférico, mientras Joe daba más de lo acostumbrado en la batería, haciendo la ejecución de las canciones en vivo muy superiores a las versiones de estudio.
A más de la mitad del show, el Skying (2011) se hizo presente con ‘Endless Blue’ (en la mejor versión en vivo que he escuchado hasta el momento) y la siempre motivante ‘Still Life’. Sin encore alguno, The Horrors siguió el ritual con “Ghost”, explosiva y delirante, llena de contrastes y genialidades, para cerrar con ‘Something to Remember Me By’ una gran pieza pop que emocionó y dejó con un gran sabor de boca a todos los presentes.
Si bien el éxito comercial de The Horrors ha sido gradual, lo cierto es que su calidad y sed de experimentación los coloca como una de las bandas inglesas más importantes e interesantes de su generación. Ojalá los espacios para presentarse en nuestro país sean tan idóneos en el futuro como el de esta ocasión, factor clave en el entusiasmo y entrega de la banda a un público dispuesto a sumergirse en sus sonidos.