Aesthesys – Achromata #WARPReviews

Calificación

9.0

Aesthesys

murmur

// Por:

vie 13 abril, 2018

Artista: Aesthesys

Por: Fernando Valencia

Entre paisajes helados se alza imponente la ciudad de Moscú. Ahí, en plena tierra de zares y maravillas arquitectónicas, donde la naturaleza implacable no demuestra compasión, reside Aesthesys, una agrupación de rock instrumental con tintes progresivos y enormes ambiciones.

Su primera aparición fue en 2008 con un demo lleno de ideas que no se demeritan por la cualidad DIY propia de un debut grabado en casa. Los cambios en la alineación no mermaron la prolífica ambición de Nik Koniwzski, líder de Aesthesys. Si bien las noticias de su existencia llegaron a México de la mano del lanzamiento de Achromata (2018), hablamos en sentido estricto de su octavo material oficial. La exploración en la discografía debe ser responsabilidad del lector, pero basta decir que se trata de un catálogo plagado de gemas que sería un error ignorar.

El día de hoy centraremos nuestra atención en su más reciente lanzamiento. Achromata es, ante todo, una ópera rock sin letras. Distintos sintetizadores, guitarras, bajo, violín y batería se acoplan como un mismo ente, dando lugar a ocho tracks maravillosamente construidos.

-“En el corazón de un bosque cenizo, en un mundo pálido y gris, un niño encontró, en medio de un claro, un pájaro con una espléndida cola”-, con este punto de partida, nuestro protagonista, un infante sin nombre, se embarcará, con la petición de un ave color zafiro, en una aventura para devolver los colores al mundo. Su viaje lo acercará al sol a través de los cielos infinitos, al fondo del mar, a los monolitos desérticos, a las mismísimas tinieblas y de vuelta al bosque.

Achromata es una prácticamente una experiencia cinematográfica. Para quien siga la historia, cada nota es una pincelada de color al mundo gris. La esperanza, emoción y maravilla que provoca la búsqueda en el niño está perfectamente separada del miedo y la traición que sufrirá a lo largo de la misma. Esto permite espacio para construir momentos verdaderamente épicos en escala.

Además de la mano maestra de Nik y el excelente ensamble de músicos que conforman la alineación actual de Aesthesys, Jamie Ward, bajista de los extintos Maybeshewill, produce el álbum. El resultado es un sonido mucho más completo, con un ensamble perfecto. Ningún instrumento compite con el otro, sino que todos ellos conviven en armonía.

-“La música comenzaba a surgir, pero como muchas veces sucede, cuando las canciones eran maquetas, se me ocurrió el concepto inicial. El resto de la producción se dio con esa idea en mente, aunque la historia completa fue escrita un poco después de la terminación del álbum”-. Esta tarea fue adquirida por el artista sudafricano Richie Sauls, quien se encargó de expresar en palabras la historia que Nik y compañía idearon con su música.

Todo este arduo trabajo rindió frutos. Con Achromata, Aesthesys ha logrado romper finalmente con las barreras geográficas de su tierra natal, expandiendo su cobertura hasta países muy lejanos para ellos.

Ante la posibilidad real de verlos próximamente en México, es un gran momento para dejarse seducir por su propuesta. Basta con ponerse los audífonos y comenzar a leer.