La palabra Ibeyi significa ‘gemelas’ en yoruba, pero también representa al proyecto musical creado por las hermanas Lisa- Kaindé Díaz y Naomi Díaz. Una banda que se distingue por la multiculturalidad que muestra en sus canciones
Es rara la agrupación musical que cargue con un nombre que los represente fielmente. Resumir el sentir y discurso de un proyecto en una palabra es una de las tareas más complicadas que tienen que tomar sus líderes, pero para Ibeyi no fue así.
La palabra es descriptiva desde su significado literal, pero más a fondo podemos percibir esa sensación de “nos sentimos ciudadanas del mundo” que hace que el par no se case con un estilo, un público o con algo específico que decir. Ellas son libres y su música también lo es.
El próximo sábado 20 de abril ellas se estarán presentando en El Plaza Condesa de la Ciudad de México con intención de promocionar su último disco de estudio, Ash (2017), pero también para recibir con los brazos abiertos a todo aquel que, como ellas, está abierto a experimentar del arte sin prejuicios, siempre con los ojos bien abiertos y con el corazón en la mano.
Es por ello que platicamos con Lisa respecto a sus raíces, la forma en cómo funcionan sus colaboraciones y el conectar a través de la música.
Su nuevo disco tiene un par de colaboraciones muy interesantes con el jazzista Kamasi Washington y el pianista Chilli Gonzáles. ¿Cómo fue el acercamiento con cada uno de ellos?
Fue todo muy natural, a ellos los estuvimos conociendo con la vida.
A Kamashi lo queremos mucho, es un gran músico y un excelente ser humano. Empezamos a tratarlo porque siempre nos colocaban en los mismos escenarios en los festivales, platicamos con él cinco o seis veces en distintas ciudades por ello. Cuando grabamos ‘Deathless’ nos resultó evidente que él tenía que colaborar en esa canción así que nos envió el solo de saxofón que se escucha en la pieza, fue hermoso.
Por otro lado, a Chilli Gonzáles lo tratamos en una entrevista que nos hicieron en la radio. Cada quien iba a promocionarse con sus respectivos grupos y nos invitaron a debatir sobre música en general. Nos cayó muy bien, al terminar salimos y empezamos a tocar, hubo química.
¿Normalmente sus colaboraciones son elegidas de una forma tan aleatoria o hay ocasiones en las cuales lo piensan con mayor profundidad?
Siempre se tiene una lista en la cabeza, no es algo ordenado, pero supongo que piensas con cuáles artistas te gustaría colaborar en un futuro. Yo creo que las canciones eligen al artista, cuando se hacen te hablan, te dicen quién debería de formar parte. Se asiente de forma natura.
Su música carga con características que la hacen multicultural, sé que tienen raíces familiares en Buenavista Social Club y creo que ello puede ser la razón por la cual les es tan sencillo jugar con tantos sonidos. ¿Tú qué opinas?
Sin lugar a dudas nuestras raíces tienen mucho que ver con ello, somos franco-cubanas y crecimos escuchando música de distintos origines. La música que hacemos se parece mucho a nosotras, es una mezcla de muchas culturas. De todos los países, músicos y personas a las que hemos conocido, creo que pensar en etiquetas es limitarse.
Hay gente que nos dice que es imposible que hagamos esto sin pensarlo demasiado, pero nuestras canciones son el resultado de un proceso orgánico.
¿Te consideras ciudadana del mundo?
Sí jaja, nos sentimos bien en todas partes. A lo largo de los últimos dos años hemos girado por América Latina, Europa, Australia, Rusia, Escandinavia, Estados Unidos, y demás países. Siempre nos hemos recibido bienvenidas, conectamos, creo que la música lo hace posible, conectar a todo el mundo.
Al igual que las historias…
Al igual que las historias, las ganas de amar, de desconectar con el arte de una persona y conectar con personas con ese mismo arte.
¿Tú cómo te conectas con las personas?
Siempre ha sido con el arte y la música, sin lugar a dudas. Es en el hacer música donde conecto con mi cultura, mis raíces, con mis amigos, con los vivos y los muertos, pero más importantemente, en donde conecto conmigo misma.
¿Cómo conectas con los muertos a través de la música?
Pues es una forma de conectar a tu ser más profundo, de celebrar a aquellos que te acompañaron, a la familia. Hacer música es celebrarlos con alegría.
Muchos críticos señalaron similaridades discursivas entre su disco, Lemonade (2016) de Beyoncé y A Seat at the Table (2016) de Solange. ¿Tú sientes esa relación?
La verdad es que no, pero es casi seguro que lo que escuchas te influencia sin siquiera pensarlo. Creo que es natural que cuando ves a una mujer cantando respecto al empoderamiento femenino sientes que tú también puedes hacerlo.
Son tópicos importantes que deben de hablarse y, aunque ya lo habíamos hecho en el pasado, quisimos retomarlos para este último material.
¿Has sido víctima del racismo y el machismo del cual se habla en estos discos?
Tenemos mucha suerte, nunca nos ha pasado nada dentro de la industria. Si alguien llegara a decirnos que tenemos que utilizar minifaldas con tal de vender más, le diríamos que no. Somos muy fuertes y disciplinadas al respecto, no dejamos que esas ideas nos puedan controlar o a nuestro arte.