Por: Fernando Valencia
En octubre del 2017 dio inicio una oleada de acusaciones de acoso y abuso sexual en contra de Harvey Weinstein, cabeza de la productora cinematográfica The Weinstein Company.
En cuestión de pocos meses, una de las casas más exitosas de Hollywood sufrió una caída libre, y en febrero de este año salieron a la luz declaraciones con la intención del estudio por declararse en bancarrota y vender sus restos a un grupo inversionista liderado por el billonario Ron Burkle y Maria Contreras-Sweet, quien fuese parte de la administración del ex presidente Barack Obama.
Sin embargo, la oferta inicial de 500 millones de dólares fue retirada una vez que los inversores se enteraron de la existencia de acuerdos de confidencialidad que todos los empleados de la compañía eran obligados a firmar. Ahora, las acusaciones sobre Weinstein se extienden un poco más, pues se han puesto en evidencia algunos casos de explotación e intimidación por parte de la compañía.
Este golpe mortal ha llevado a que, por fin, The Weinstein Company declarara su bancarrota la noche del 19 de marzo ante el Tribunal de Bancarrotas de Estados Unidos, en el Distrito de Delaware.
De acuerdo con la declaración disponible en Variety, las partes de la compañía se encuentran en proceso de ser adquiridas por Lantern Capital, quienes ofertaron una cifra total de 424.5 millones de dólares. Esta adquisición dará a los empleados que decidan permanecer en el equipo la oportunidad de continuar su línea de trabajo bajo una nueva administración, que se ha comprometido a ser más justa y transparente.
Si bien el proceso de compra deberá ser supervisado y aprobado por el Tribunal de Bancarrotas, su terminación es prácticamente un hecho, pues la compañía cedió a sus peticiones de eliminar los acuerdos de confidencialidad de sus empleados, como resultado de una negociación con el fiscal de Nueva York Eric Schneiderman.
“Hoy, la compañía toma un paso importante hacia la justicia para todas las víctimas que han sido silenciadas por Harvey Weinstein. (…) Con efecto inmediato, los “acuerdos” terminan. La Compañía expresamente libera cualquier disposición de confidencialidad en la medida en que han impedido a las personas que sufrieron o presenciaron cualquier forma de conducta sexual inapropiada por parte de Harvey Weinstein contar sus historias. Nadie debe temer hablar o ser forzado a permanecer callado. La compañía agradece a las personas valientes que se han presentado. Sus voces han inspirado un movimiento para el cambio en todo el país y el mundo”.
Con esto, podemos esperar que en los próximos días más voces se levanten en contra de uno de los casos más aterradores de los últimos años. El fin de una era en la industria cinematográfica es, también, el fin de un error y un primer paso hacia la terminación de los abusos sexuales relacionados con las actividades laborales y el abuso de poder.