Isaac Ezban
Cine de género, de México para el mundo
Por Jonathan Sánchez
Foto: Vidal Cruz para WARP
Durante los últimos años, la industria cinematográfica mexicana ha estado en una constante evolución, permitiendo, entre otras cosas, que géneros que antes no eran tan comunes dentro del cine nacional crezcan en popularidad y presencia gracias a un selecto grupo de jóvenes cineastas que han venido con paso firme a cambiar todo, con ideas originales y actitud fresca. Entre esos realizadores encontramos a Isaac Ezban, entusiasta de las cintas de terror, horror y ciencia ficción que en poco tiempo ha llamado la atención por su peculiar estilo, uno que se ha visto pocas veces en México y que le ha permitido hacerse de cierto nombre a nivel internacional.
Director, guionista y productor de cine, así como empresario emprendedor que encontró la forma de revivir el viejo concepto de los autocinemas en Ciudad de México (Autocinema Coyote), Isaac Ezban ha hecho que propios y extraños volteen a ver sus películas, mismas que siempre funcionan como metáfora de un tema real para reflexionar, a pesar de pertenecer al cine de género que el realizador tanto ama desde temprana edad. Todo comenzó con varios cortometrajes, el mediometraje Cosas Feas —carta de presentación del cineasta— y, más tarde, dos largometrajes: El Incidente (2015) y Los Parecidos (2016), mismos que le permitieron sobresalir en festivales especializados como Fantastic Fest, Sitges y Mórbido Fest.
Actualmente, Ezban trabaja en los detalles finales de su tercer largometraje, el primero en habla inglesa, Parallel, además de preparar su cuarta cinta, una adaptación de la novela de terror Summer of Night, escrita por Dan Simmons. El futuro pinta bien para este mexicano, quien seguirá contando sus historias donde se lo permitan. Aquí nuestra charla con él.
– ¿En qué momento te diste cuenta de que querías hacer cine?
«Así como mucha gente llega al cine por las partes técnicas, yo llegué por el tema de las historias. Antes que ser director y guionista, me considero un contador de historias. Siempre me han gustado aquellas de ficción y los cuentos, mi abuela materna tuvo mucha influencia en mí y me instruyó en la narración de los mismos. Desde los cinco años era el cuenta cuentos en varios programas y después quise contar mis propias historias; el cine era lo que más me apasionaba y siempre supe que quería ser director. En la secundaria ya no era cool ser cuenta cuentos, así que empecé a contarlos de otra forma: escribí cuatro novelas cortas en la preparatoria y después me fui a estudiar comunicación. Fue en los primeros semestres en que decidí irme de lleno por el cine. Después estudié en la New York Film Academy e hice tres cortometrajes, que fueron más como ejercicios. Finalmente me titulé con Cosas Feas, un mediometraje de 33 minutos que quise fuera más una película en forma para prepararme para un largometraje.»
– ¿Cómo comenzaste a contar tus propias historias?
«Algo que me ayudó mucho en mi formación es darme cuenta de que en este medio lo que importa es qué has filmado, así que empecé a pensar que lo más importante era filmar mucho. Entonces comencé el Clip of the Week con un socio, un corto de un minuto que cada domingo enviábamos a ocho mil personas; si los buscas en Internet todavía están. Después nos dimos cuenta de que esos cortos no nos llevarían a nada y comenzamos el Short of the Month.
«Nunca me ha interesado que mis historias reflejen sólo la realidad nacional, me gusta que puedan ocurrir en cualquier lugar, es el tipo de cine que me atrae. El interés internacional se lo debo a los festivales que se han fijado en mis películas y me han funcionado como plataforma. Me gusta que el cine sea universal, que pueda verse y entenderse donde sea.»
– ¿De dónde viene esa pasión por el cine de género?
«Desde que tengo memoria me han gustado las historias de terror, crecí viendo películas que van de Freddy Krueger hasta toda la filmografía de Wes Craven. A los 13 años descubrí a [David] Cronenberg, luego La Dimensión Desconocida y me volvió loco. Las cosas que uno ve en la temprana adolescencia te marcan mucho. En México es complicado hacer cine de género pero es algo que tiene dos lados, porque también se trata de hacer algo nuevo y diferente, es difícil y eso mismo lo hace especial e interesante.»
– ¿De qué va la historia de Parallel?
«Es la historia de cuatro amigos que descubren un portal a mundos paralelos y lo usan para su propio beneficio, lo que termina destruyéndolos. Yo digo que es como un Flatliners meets The Social Network. Curiosamente ese proyecto se cerró en México, en un Mórbido Fest; ellos me buscaron y yo los busqué, fue estar en el lugar indicado y con las personas correctas. Por otro lado, fue una experiencia increíble filmar en Canadá. El estreno será el siguiente año.»
– ¿Cuándo comenzarás a filmar Summer of Night?
«En 2014 me preguntaron si había alguna novela que quisiera adaptar y les dije que Summer of Night. Luego conocí a un productor y de pronto me contó que siempre había querido hacer una película de esa novela. Él colocó el proyecto en Sony. El plan es filmar el siguiente año y estrenar en 2019. Es una novela que leí a los 14 años y me encantó, la historia de unos niños que viven en un pueblo, en los años 60, y tienen que combatir durante el verano un mal sobrenatural. Hoy en día, gracias a historias como Stranger Things o It, el tema del coming of age ya no se ve como algo retro. A todos nos despierta cierta nostalgia y nos podemos identificar.»
– ¿Por qué revivir el concepto del autocinema?
«El Autocinema Coyote fue un proyecto que emprendí con otros socios, me encanta todo lo retro y siempre había sido mi sueño ir a un autocinema. Sentimos la necesidad de conocer lo que era y después nos dimos cuenta de que había mucha gente con el mismo sentimiento. Es una gran forma de disfrutar una película.»