Como parte de la celebración del centenario del fin de la siècle vienés, el ayuntamiento de Viena organizó una exposición de impresiones de Egon Schiele por toda la ciudad austriaca como parte de una campaña turística. Fue tan exitosa la campaña que se ofreció a otras ciudades europeas con tal de promocionar la cultura de Austria; sin embargo, dos países se negaron rotundamente a recibir los pósters originales en las calles de sus ciudades.
Las autoridades de Reino Unido y de Alemania no permitieron que los desnudos de Egon Schiele adornaran las vallas publicitarias y paredes de sus edificios alegando que “se tratan de pinturas pornográficas“, debido a que “no es ético mostrar genitales públicamente.”
Como respuesta la Secretaría de Turismo de Austria decidió proponer la misma serie de carteles pero esta vez con una banda que tapa los genitales de las pinturas. En la banda se lee, “lo siento, 100 años pero demasiado atrevido para hoy”, justo al hashtag #ToArtItsFreedom, frase que formuló el maestro de Schiele, Gustav Klimt, en 1987 en austriaco “Der Zenit ihre Kinst, Der Kinst ihre Freiheit.”
Las ciudades en cuestión decidieron aceptar estos nuevos carteles, por lo que las obras modificadas de Schiele se pueden ver en las paradas de autobuses de Londres y en el metro de Berlín. La solución ha recibido críticas en Twitter que la tachan de “ridícula” y “puritana“.
Esto queda como una irónica curiosidad pues en vida, hace más de 100 años, Egon Schiele fue arrestado por tres semanas dentro de su ciudad natal por “formular un arte erótico y moralmente incorrecto“, según el juez de la época, en 1912.
Esta historia fue publicada cuatro años después de su defunción por Arthur Roessler (1922) como una narración auténtica del pintor. Se ha demostrado que parte del relato fue una invención propia de Roessler, aunque entre el texto incorporó trece hojas escritas por Schiele en la cárcel.
Encarcelado el artista escribió lo siguiente “El arte no puede ser moderno, el arte es eterno; Aquella naranja era la única luz; Me siento purificado y no castigado; Reprimir a un artista es un delito, significa asesinar vida en gestación.”
Egon Schiele es un reconocido artista perteneciente a los inicios del expresionismo austriaco. Él nació el 12 de junio en Tulln an Der Donau, Austria, y murió a los 28 años en Viena; su desempeño como grabador, dibujante y pintor, lo incorporó a la cultura popular como uno de los artistas visuales más reconocidos de la historia. Él además fue discípulo de Gustav Klimt.
Fue uno de los grandes artistas figurativos de principios del siglo XX gracias a la grotesca forma en la cual abstraía figuras humanas. Esta necesidad de Schiele por mostrar el lado más desagradable del ser humano y exagerarlo fue un antecedente directo a lo visto en el expresionismo alemán un par de décadas después, aunque con varias diferencias pues los alemanes tuvieron la intención de mostrar los horrores de la guerra mientras que Schiele se obsesionó con la sexualidad.
Resulta ridículo que a más de 100 años de la muerte de este gran artista, la gente aun siga cuestionando su valor por lo polémico que pueden llegar a ser sus obras.