Little GREAT Britain

// Por: Staff

mar 21 agosto, 2012

 

Escribo esto desde un cómodo y hermoso restaurante (Albion) en la zona de Shoreditch en la aún soleada ciudad de Londres. Llevo varios días en el Reino Unido por diversos motivos que me doy cuenta, pudieron haber sido pretextos, para hacer mi visita anual desde 2008 cuando el UK Trade and Investment, me invitó a conocer por vez primera el increíble festival Glastonbury.

En cada una de mis visitas he descubierto un Londres distinto y un espíritu que cambia y muta constantemente como pasa en toda gran ciudad. El tema es que ésta, es y seguirá siendo LA gran ciudad. Asistí a un programa de negocios invitado por el alcalde Boris Johnson y la organización London & Partners. Viví experiencias únicas con empresarios de todos niveles e industrias de varias partes del mundo y tuve la fortuna de acudir a debates por demás interesantes acerca de temas como “Ciudades Globales” con ponentes reconocidos en el mundo entero tan exquisitos como Saskia Sassen (Princeton / Columbia University).

Boris Johnson


También logré asistir a tres eventos olímpicos, incluida la victoria mexicana en el futbol contra Brasil (medalla de oro) y la inolvidable clausura que nunca olvidaré por la calidad e impacto del evento, así como por su realización, concepto y sobretodo, espíritu.


También pisé por vez primera algunos de los estudios de la BBC en la nueva Broadcasting House y presencié el formato Super Hi-Vision, que supera en 16 veces el conocido HD, acompañado de un increíble sistema surround llamado 22.2. El futuro de lo que veremos en nuestras casas en unos años con una calidad de imagen a veces mejor que la realidad misma. Como parte de esa visita, también conocí varias de las cámaras que la BBC ha utilizado y hasta inventado en algunos casos, para cada edición de los olímpicos desde hace décadas.

Pero lo más sorprendente que me encontré en Londres en esta ocasión con el tema de la justa olímpica, fue sin duda la actitud de la gente. La felicidad de haber obtenido un record en el medallero de la Gran Bretaña (hace 16 años solo ganaron una de bronce y en esta ocasión quedaron en lugar 3 con 65 medallas y un total de 29 de oro) y el saber que lo hicieron tan bien respecto a la organización, logística y seguridad, llenó de orgullo a los de casa y la ciudad se convirtió en el sitio más feliz del mundo entero, sobretodo al cierre de las actividades. Y es que antes de que todo comenzara, había decenas de miles de incrédulos e indiferentes o indignados al saber que el ritmo de la ciudad de volvería caótico, cosa que jamás pasó. Al final cuando todo terminó, había mucha nostalgia en el aire sabiendo que la historia ya se había escrito y el momento había pasado, aunque apenas comienzan los Paralímpicos con boletos totalmente Sold Out por cierto.

Por si fuera poco, diversos eventos culturales se llevaron a cabo, como el London 2012 Festival y las Olimpiadas Culturales, liderados por Ruth Mackenzie, que nos recibió en un evento al lado de la embajada de Brasil que por obvias razones estuvo más que presente en el Reino Unido.

El verano, el perfecto clima, los plazas repletas de familias disfrutando y el ambiente inglés, congeniaron como nunca. Conocí The Royal Courts Of Justice en un evento de alto protocolo antes de la clausura con mucha gente del gobierno del Reino Unido y varios invitados especiales. Algo que tampoco puedo dejar de valorar o pasar en alto como experiencia.

Luego vino ese cierre olímpico con Madness, Pet Shop Boys, Muse, Queen, George Michael, The Spice Girls, Kaiser Chiefs, Annie Lennox, Fatboy Slim, The Who y varios representantes de la música inglesa y popular de la actualidad en el mundo, que nos entregaron (y así lo llamaron de hecho) una perfecta “Sinfonía de la Música Británica” en un solo show, contundente y siempre a la altura de lo que históricamente representó. Para muchos podrían haber existido mejores momentos o varios de los que hubo serían perfectibles, pero de que fue un evento que musicalmente supero la inauguración y no tiene precedentes en el impacto y mensaje, no cabe la menor duda.




(fotografías propiedad de Los Juegos Olímpicos Londres 2012. uso informativo)
Así que acabaron las olimpiadas y mi viaje por otros destinos del Reino Unido, apenas estaba por comenzar. Elegí Escocia en esta ocasión por dos sencillas razones: La presentación de Rodrigo y Gabriela en Edimburgo y, mi amor por el single malt scotch whisky.


Arranqué en Inverness visitando al famoso Lago Ness donde más que un monstruo, me presentó paisajes espectaculares y decenas de castillos que han inspirado a todos los cuentos que incluyen alguno en la época moderna. La gigantesca extensión del lago y lo épico de sus paisajes, hicieron que olvidara muy pronto que estaba manejando sentado en el lado derecho y por el lado izquierdo de las carreteras. No fue mi primera vez en esa misión, pero si la más larga con más de 1000 kilómetros recorridos en total.
Al fin llegué a Edimburgo. Increíble ciudad de apenas medio millón de habitantes, pero con una infraestructura, paisajes y lugares impresionantes de vanguardia, modernidad y pasarla bien. Si alguien ocupa, recomiendo ampliamente el hotel Tigerlily donde además de brindarme un gran servicio, me ayudaron en todo lo posible a realizar mi show de radio Backstage 40 en vivo desde su lobby hasta las 6 de la mañana.



También vi el show de Rodrigo y Gabriela + C.U.B.A. en el abarrotado Picture House de la capital escocesa. Aproveché para reunirme con ellos alrededor del documental que produzco y dirijo, acerca de su historia. De paso, aproveché para grabar imágenes para el mismo. El show es contundente y muy poderoso; iguala y a veces supera al disco grabado en La Habana (donde también estuve con ellos) y prácticamente está llegando a su fin con estas últimas fechas de la gira. Retomarán el camino en noviembre solo con Alex Wilson, el arreglista del álbum cubano, en un trío que promete muchas buenas historias. En septiembre y octubre estarán de vuelta en México, preparando su nuevo material…

Ya después me tiré a la búsqueda del whisky. Visité 4 destilerías en la zona conocida como la ruta del scotch, alrededor de Dufftown, pueblo considerado como la capital del whisky de malta y donde están varias de las casas más importantes desde los años 1800. Edradour, Glen Grant, The Macallan y mi favorita, Glenfiddich fueron mi elección. En la última conocí la historia de la marca y me cautivó que sigue siendo de la misma familia que la fundó. El espíritu de lucha se siente presente aún y probablemente más fuerte que nunca. Debo mencionar que nadie patrocina estas palabras y lo que digo, lo hago como un verdadero fan, que hasta envasó su propia botella para llevar a casa.


Mi camino siguió un rato más por Escocia, hasta pisar Aberdeen (ciudad con mayor crecimiento de esta zona de Gran Bretaña en los últimos años) y regresar a Londres donde otra etapa de mi viaje multipropósitos, me esperaba.
Eso me trae a este hotel / restaurante en la hoy muy de moda zona de Shoreditch, desde donde escribo estas líneas como lo mencioné al inicio del texto. Aquí me hospedaron los organizadores del London Mex Fest, un festival de cine mexicano que le trajo México a Londres a través de nuestro séptimo arte de la mano del consulado Británico, del Festival Internacional de Cine de Morelia, Canana, Ambulante, CONACULTA y patrocinadores mexicanos durante 4 días repletos de tequila, directores y actores mexicanos, así como increíbles talentos de nuestra industria como la supervisora musical y productora, Lynn Fanchtein y el director Michel Franco.
El tema es que a mí me invitaron a presentarme como DJ con mi proyecto SLKTR (selektor) en la fiesta de clausura en el cine / casa cultural sede llamado Rich Mix en una maravillosa noche que se convierte en mi primer experiencia en este rubro por acá y en mi primer palomazo con la querida Amandititita que ya se había presentado al inicio del festival y regresó a hacer dos canciones conmigo nomás de pura alegría de celebrar a México por acá. Chilango y Goldierocks también se presentaron en otras fiestas / noches del fest.


Y es así como me voy de este “Little GREAT Britain” con el alma llena una vez más, aunque debo reiterar, nunca tan satisfecho como en esta ocasión. Ofrezco una disculpa de antemano si esta editorial pudiera parecer fuera de lugar y hasta muy personal, pero había mucho que compartir… Ya regresaremos a Glastonbury en 2013 y a seguir conociendo el Reino Unido que siempre tiene mucho que conocer y que contar.

Cheers mates!