WARP visitó la Galería Quetzalli en Oaxaca, donde se inauguró la muestra Mirar la tierra, de José Villalobos. Y en realidad, hay pocos artistas visuales capaces de realizar obras que posean cualidades poéticas y plásticas como para ofrecer una propuesta contundente en el arte del siglo XXI en México, y estas cualidades se encuentran en las obras de Villalobos. Para el pintor, el arte no es sólo algo exterior, sino una especie de piel que puede tener vida interior que transformar el espacio.
José Villalobos. Fotografía: Pedro Cortés
Con una trayectoria importante y múltiples exposiciones colectivas e individuales como: Días terrenales, Galería Kin, Ciudad de México, 1986; El tiempo y sus lugares, Galería Quetzalli, Oaxaca, 1994; Las tierras altas, Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, Oaxaca, 1998, por citar sólo algunas.
Durante gran parte de su trayectoria, el trabajo de Villalobos se ha caracterizado por recurrir a la abstracción de los elementos que encuentra en la naturaleza y su entorno: movimiento, humedad, viento, clima, paisaje y luz.
Mirar la tierra, aborda el paisaje de una manera distinta, las pinturas que integran la exposición representan un paisaje determinado en el que la luz varía y los colores son afectados por ella. Sus obras es una metáfora de ideas, de movimiento y transformación asociadas al paso del tiempo.
El maestro José Villalobos ha sido uno de los artistas más comprometidos con la ciudad de Oaxaca, ha colaborado en distintos proyectos culturales, dentro de los más importantes: el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO).