En marzo del año pasado, la banda alemana Digitalism canceló sus tres conciertos en nuestro país, por lo que se llegó a pensar que pasaría mucho tiempo antes de que regresaran a México; sin embargo, anoche fue el día en el que por fin pudieron presentarse en el Distrito Federal.
Desde las 9:00p.m., las puertas del Auditorio Blackberry se abrieron para comenzar a recibir a los asistentes, los cuales conforme pasaba el tiempo fueron llenando el lugar. A las 10:30p.m. el argentino Capri apareció en el escenario y fue calentando los ánimos para el acto principal, con sus ritmos de funk y música electrónica. El público al principio comenzó a bailar y a escuchar con atención su propuesta, pero conforme pasaba el tiempo los chiflidos y gritos pidiendo a Digitalism se fueron haciendo cada vez más fuertes. Poco menos de una hora duró su set, y todavía tuvieron que pasar unos cuarenta minutos más para que el dúo alemán diera inicio a su presentación, la cual comenzó a la medianoche.
Aunque en algún momento los asistentes se notaban desesperados porque ya saliera la banda, al momento en el que los originarios de la ciudad de Hamburgo aparecieron sobre el escenario quedó atrás toda esa tensión. Jens Moelle e İsmail Tüfekçi estaban vestidos con pantalón, playera y saco de color negro, cada uno frente a sus controladores, los cuales tenían una pantalla que sincronizaba sus gráficos con un enorme corazón que estaba detrás de ellos (el mismo que aparece en la portada de su segundo disco “I Love You Dude”).
La combinación de los beats con el juego de luces, que incluía imágenes desde corazones hasta el universo, convirtieron al recinto en una auténtica pista de baile, donde la gente no dejó de contoneares y disfrutar de los ritmos electrónicos.
El dúo iba integrando en su mezcla sus propias canciones, y en las que lo requería Jens cantaba en un micrófono que estaba en medio de los dos.
Se escucharon temas como ‘Idealism’, ‘Zdarlight’, ‘Magnets’, ‘Two Hearts’, ‘Blitz’ y ‘Pogo’ a lo largo de poco más de una hora de concierto, el cual incluyó un encore y a la banda interactuando con el público, pidiéndoles que alzaran las manos en diferentes momentos, y ofreciendo reverencias hacia el público al final de su set, además de İsmail despidiéndose en español con un: “muchas gracias“.