Entrevista por: Jonathan Sánchez
Era el 23 de Noviembre del 2007 y en los cines españoles se estrenaba una pequeña película de terror, titulada [Rec], que estaba filmada en formato de falso documental y que llamaba la atención por tratarse en ese momento de una propuesta original y fresca. La noche de una joven periodista que quiere documentar cómo es la vida nocturna en una estación de bomberos junto con su camarógrafo se convierte en una velada llena de horror tras la llamada de emergencia que los lleva a un edificio extranormal.
Ya han pasado diez años desde ese estreno que inesperadamente marcó el inicio de una exitosa franquicia cinematográfica, además de haberse ganado el estatus de cinta de culto y que a pesar del tiempo que ha pasado se sigue manteniendo vigente.
Lo novedoso con [Rec] es que comenzaba siendo una suerte de thriller y found footage, para después convertirse en un filme de zombies que posteriormente evolucionaba a un título de horror que hacía referencia a las posesiones demoniacas, al igual que a los exorcismos. El éxito alcanzado por la película y las buenas reacciones que generó, se debieron en gran parte al buen trabajo hecho en la dirección por Jaume Balagueró y Paco Plaza, quien recientemente estrenó en México su última producción La posesión de Verónica y que fue uno de los invitados de la edición de este año del Mórbido Fest.
Aprovechando la visita de Paco Plaza a la Ciudad de México, el director español tuvo una breve, pero constructiva, charla con Warp sobre los diez años de [Rec] y lo que significa esta cinta para el cine de terror iberoamericano actualmente, además de cómo se ha desarrollado el género en Iberoamérica y de por qué es tan popular entre los cinéfilos.
¿Cómo creías que reaccionaría la gente al ver [Rec], te imaginabas que se convertiría en la película de culto que es actualmente?
Hicimos la película pensando que no se iba a estrenar, hablábamos incluso de editarla para que fuera distribuida con el periódico El País y no pensamos que tuviera alguna relevancia. Básicamente Jaume y yo estábamos en un momento en el que no conseguíamos financiar las películas que queríamos hacer y un día dijimos ‘son películas muy ambiciosas pero sería más fácil si tuviéramos una cosa súper pequeña para hacerla con una cámara de video y cuatro amigos’, así nació [Rec] y de esa libertad absoluta que tuvimos al no tener ninguna presión sólo pensábamos en pasarla bien rodando.
La gran lección que nos dejó esa experiencia fue que tú tienes que filmar películas para pasártela bien y si te la pasas bien, el público también se la pasará bien cuando las vea. Si te emocionas rodando, el público se emocionará y también sentirá el mismo escalofrío que puedes llegar a sentir cuando estés filmando. [Rec] fue una película que hicimos por inconsciencia total y que nos convirtió en directores mucho más reflexivos sobre lo que estábamos haciendo.
Entonces, ¿dirías que el secreto del éxito de la franquicia es que cada una de sus entregas se han hecho con completa honestidad y sin buscar algo más que contar la historia que querían contar?
Eso y que la rodamos sin miedo, muchas veces vemos películas de terror que parecen hechas con una gran cobardía, agarrándote a clichés que sabes que van a funcionar y a cosas que al terminar de ver esa película hacen que con el tiempo la confundas con otra a causa de que son prácticamente iguales. Nosotros nos arriesgamos y hacíamos lo que nos salía en aquel momento, la gran lección es que cuando eres honesto y filmas sin miedo has conseguido algo bueno. Creo que hay algo muy estimulante cuando el cine te desafía.
A diez años del estreno en cines de [Rec], ¿cómo describirías el momento por el que pasa actualmente el cine iberoamericano de terror?
Yo creo que en Europa seguimos muy acomplejados y en Latinoamérica veo una mayor libertad y un mayor riesgo. Hay directores, guionistas y artistas que están haciendo cosas mucho más estimulantes e interesantes, creo que el futuro es de ellos. Tengo una gran debilidad por el trabajo del director Adrián García Bogliano (Sudor frío, The ABCs of Death), este año en el Mórbido Fest vi la película chilena Trauma y me ha gustado mucho. Yo tengo la sensación de que en Latinoamérica hay una energía que ya tiene que explotar.
Con nuestras películas deberíamos tener un mercado cinematográfico dirigido a millones de personas, me gustaría poder trabajar activamente en generar proyectos que unan a toda Iberoamérica. Si tuviera una lista de deseos para los Reyes Magos, en este momento lo que más me gustaría es poder hacer una película en México y es algo que me encantaría.
¿A qué crees que se deba que el terror es uno de los géneros cinematográficos de millones de personas en todo el mundo?
En el cine lo que buscamos es la emoción y, salvo por algunas excepciones, yo creo que al cine vas a reírte, emocionarte o asustarte, que son emociones muy básicas. La experiencia colectiva de reír con mucha gente en una sala, de emocionarte con esa gente y de asustarte con ellos, eso es magia.
Cuando se produce un grito en una sala, hay un efecto de contagio y se genera una sensación especial; esa sensación es maravillosa como público.