Marilyn Manson defendió sus acciones en el concierto de San Bernardino, California, donde el cantante apuntó con una pistola falsa a la multitud, diciendo que el acto era para criticar cómo la violencia armada se ha “normalizado” en nuestra sociedad.
“En una época donde los tiroteos masivos pasan casi diario, un acto teatral en un intento de hacer una declaración sobre cuán fácilmente accesibles son las armas semiautomáticas y cómo verlas se han normalizado”, dijo Manson.
“Mi actuación no tenía la intención de ser irrespetuosa o mostrar insensibilidad”, continuó Manson.
El concierto de Manson tuvo lugar unas horas después de que un hombre armado disparó contra una iglesia de Sutherland Springs, Texas, matando a 26 personas. El escenario del concierto, San Bernardino, California, fue testigo de un atentado terrorista en diciembre de 2015 que mató a 14 personas en una fiesta de Navidad.
“Mi arte siempre ha sido una reacción a la cultura popular y mi forma de hacer que la gente piense sobre las cosas horribles que suceden en este mundo”, concluyó Manson. “Mi empatía va con cualquiera que haya sido afectado por el uso indebido irresponsable y reprensible de armas REALES”.
El concierto de Manson Knotfest Meets Ozzfest fue el primero desde que se lesionó y canceló nueve shows, así como el primer show de Manson con el nuevo bajista Juan Alderete, de The Mars Volta, después de despedir a Twiggy Ramirez por acusaciones de asalto sexual de ese artista.