Reseña de: Jonathan Sánchez
En lo que resultó un regreso triunfal a la Ciudad de México, Kings of Leon llegó a la primera de dos citas en el Palacio de los Deportes para hacer un completo repaso de su discografía compuesta por siete álbumes de estudio y sus ya casi 20 años de existencia como banda.
La velada comenzó con la presentación especial de Dawes, proyecto nacido en Los ángeles que fue capaz de atrapar la atención del público con su sonido folk rock. A unos minutos de que comenzaran los Followill, todavía se notaban algunos huecos -lo cual era más notorio en la zona general, dividida en dos partes en un Palacio de los Deportes lleno. Aunque el acto principal salió con escasos cinco minutos de retraso, un amplio sector del público se la pasó chiflando a manera de reclamo pero eso quedó atrás cuando se apagaron las luces y un solitario Caleb apareció en el escenario, acompañado únicamente de su guitarra y con un enorme telón a sus espaldas, para comenzar a cantar y tocar ‘WALLS’.
El primer tema fue coreado por todos los presentes, quienes también lo acompañaban con sus palmas. El ritmo fue subiendo y el telón se subió mientras en el escenario aparecía el resto de la agrupación para emocionar más a sus fans, y después siguió ‘Find Me’. La música de los originarios de Nashville en esta ocasión llegó acompañada por un escenario hasta cierto punto sencillo cuya decoración constaba solamente de algunas lámparas y luces colocadas a lo largo del mismo, además de un par de pantallas laterales y dos más, una vertical al fondo y otra más larga en lo alto, simulando lo que parecía tener la forma de una extraña letra T.
Con un “muchas gracias, somos Kings of Leon”, el cantante y guitarrista causó la emoción de los presentes. Luego, con 6 ‘Molly’s Chambers’ se pusieron a rockear como en sus mejores épocas. Caleb volvió a dirigirse al público, “¿cómo están Ciudad de México? Es una noche agradable”, y acto seguido la intensidad bajó e inició ‘Revelry’, poniendo a todos a cantar y provocando que la mayoría sacara sus celulares para ponerle un toque especial y una buena atmósfera al lugar con una iluminación tenue.
Con ‘Fans’ llegó cierta energía que podía sentirse en cada rincón del foro y los primeros acordes de ‘Use Somebody’ hicieron que los asistentes emocionados comenzaron a corear el “Oh oh oh oh” que acompaña a la letra del tema, en lo que fue uno de los mejores momentos de la noche. ‘On Call’ fue el soundtrack de otro gran momento de alboroto de parte del público mientras el bajo retumbaba y marcaba el ritmo al cual aplaudían aquellos que lo escuchaban.
Algo de distorsión llegó con ‘Crawl’, track en el que los riffs de guitarra fueron fundamentales para prender aún más a los fans que de por sí ya no cabían de la emoción. La banda se tomó una breve pausa que fue aprovechada por su vocalista para tomar un poco de agua, preguntarle a los asistentes cómo se sentían y también decirles que eran asombrosos. Al terminar ‘Around the World’ y ‘Mi Amigo’, mientras se secaba el sudor de su rostro con una toalla, Caleb agradeció a Dawes por abrir el show y una vez más le dio las gracias a los fans por estar ahí, mencionando que ellos son los mejores amigos de Kings of Leon y que él junto con sus compañeros se sentían muy felices de terminar la tercera etapa de su más reciente gira en México.
‘Knocked Up’ y ‘Supersoaker´sonaron antes de que llegara el gran cierre de la noche, primero con ‘Sex on Fire’ y un último agradecimiento en el que el covalista dijo “muchas gracias a todos, buenas noches, esperamos estar de regreso pronto, somos Kings of Leon”; luego llegó la última canción de un show en el que se tocaron en total 24, siendo ‘Waste a Moment´ la que marcó la despedida.
Este concierto de Kings of Leon fue una montaña rusa de emociones de principio a fin y a lo largo de su duración se mantuvo un buen equilibrio musical con canciones que iban de la calma a lo más ruidoso una y otra vez para mantener satisfechos a todos los fans, aunque algunos nos quedamos con ganas de escuchar en vivo ‘California Waiting’.