El vicepresidente de noticias de NPR, Michael Oreskes, renunció tras denuncias de acoso sexual de varias mujeres. Todo empezó cuando dos mujeres declararon en The Washington Post, que Oreskes las había besado inesperadamente durante unas reuniones a fines de la década de 1990, cuando era jefe de la oficina de Washington para The New York Times. Posteriormente una empleada de NPR también declaró públicamente sobre el acoso que presuntamente ocurrió durante una reunión de negocios convertida en cena en 2015.
“Esta mañana le pedí a Mike Oreskes su renuncia debido a un comportamiento inapropiado”, escribió el CEO de NPR, Jarl Mohn, en un correo electrónico al personal de NPR el miércoles. “Recibí su renuncia de inmediato”.
A lo que Oreskes respondió: “Lamento profundamente a la gente a la que herí. Mi comportamiento fue incorrecto e inexcusable, y acepto toda la responsabilidad”.
Ahora se han estado planteando preguntas en la sala de prensa de NPR sobre cuándo fue que la gerencia se enteró de algunas de las acusaciones contra Oreskes y por qué no se tomaron medidas más firmes antes del correo electrónico, creando mucha tensión contra Jarl Mohn, el cuál se disculpó ayer con los empleados enojados en una polémica reunión: “Los decepcioné, debí de haber actuado antes y con más fuerza”.
Los informes iniciales sugirieron que NPR se enteró de los dos alegatos a mediados de octubre. Y que uno de ellos también detalló las acusaciones a NPR hace un año. David Folkenflik de NPR informó:
“Ambas mujeres cuentan historias similares: después de conocer a Oreskes y discutir sus perspectivas de trabajo, dijeron que inesperadamente las besó en los labios y les metió la lengua a la boca. The Washington Post no reveló sus nombres, indicando que hablaron bajo condición de anonimato porque no quería dañar las perspectivas de empleo en el futuro. Las mujeres también compartieron sus acusaciones con la gerencia de NPR a mediados de octubre “.
En una entrevista, el miércoles con Mary Louise Kelly de NPR, afirmó que una de las mujeres que habló con The Washington Post había contactado primero a NPR en 2016 sobre sus acusaciones y Mohn decidió no tomar medidas más drásticas en ese momento:
“La distinción importante aquí es que eso no sucedió en NPR, no era un empleado de NPR. Eso fue en The New York Times y ocurrió hace 20 años”, dijo Mohn. “Si eso hubiera sucedido en NPR, habríamos tenido una reacción muy diferente”.
Mohn dijo que, por lo que él sabe, nada de la misma gravedad había sucedido en NPR, y agregó que el liderazgo de la sala de redacción no podría actuar en base a los rumores. El mes pasado, Mohn envió un correo electrónico al personal alentando a cualquier persona que haya sido hostigada a presentarse. Informando posteriormente a Kelly que ningún empleado lo hizo.
Oreskes llegó a NPR de The Associated Press en la primavera de 2015. Y como dijo Kelly en su entrevista, Folkenflik ha tenido noticias de otras cinco mujeres desde anoche que alegaron una conducta inapropiada de Oreskes durante varios años.
Los informes publicados en The Washington Post y la historia de Folkenflik, involucraban nuevas acusaciones contra Oreskes por parte de un empleado actual. Mohn aseguró que, en términos de severidad, estaba “en el rango” de la acusación de Hersher.
Hersher, una periodista científica y productora de NPR, dijo a Folkenflik que la conversación que tuvo con Oreskes durante una cena en 2015 se volvió “cada vez más incómoda a medida que la conversación se desviaba hacia asuntos personales que involucraban relaciones y sexo”.
Hasta el momento Mohn se comprometió a trabajar para reconstruir la confianza de sus empleados. Chris Turpin, vicepresidente de programación de noticias y operaciones asumió el liderazgo interino de la sala de redacción de NPR.