El Apocalipsis de Russian Circles #BandsYouNeedToKnow

// Por: Oscar Adame

mar 25 julio, 2017

Carla Elorriaga

“Un día, Russian Circles vino a México a tocar un concierto pero algo sucedió. Una gigantesca plaga bubónica se expandió a lo largo del público del mismo, todos colapsaron excepto los tres miembros de la agrupación; quienes descubrieron que su música era tóxica y fue lo que mató a todos. Asustados corrieron hacia la frontera de USA, buscando un lugar en donde pensar, pero no los dejaron entrar debido a la enfermedad. El gobierno norteamericano los llevó por un proceso kafkiano que les llevó varios años, a ellos al final no les importó; siguieron haciendo música aunque matara a todos a su alrededor. Al terminar la grabación de su siguiente material, el mundo se había convertido en un lugar salido de la mente de George Romero.”

Así es como Russian Circles describen el peor escenario al cual se podrían enfrentar tras presentarse en nuestra ciudad.

Este trío instrumental fundado en Chicago por Mike Sullivan y Dave Turncratz tocó por primera vez en México el pasado 15 de Julio. Un concierto lleno de la intensidad digna de cualquier película de Romero en donde los zombis destruyen todo a su paso siguiendo el ritmo marcado por las melodías atmosféricas que la banda construye a su alrededor, incrementando su tempo hasta llegar al éxtasis del ataque, violento y desalmado.

Si algo es cierto de Russian Circles es que la opinión no les importa en lo más mínimo; ellos seguirían haciendo música aun si es la causa del apocalipsis.

“Es instrumental, pero no pensamos mucho en nuestra música. Siempre hacemos la música que queremos sin preocuparnos por los géneros… a los cuales entendemos y estamos conscientes de ellos, pero no nos preocupan. Siempre que entramos al estudio tenemos una idea mínima de qué es lo que va a pasar, nos mantiene enfocados, pero podría pasar cualquier cosa. La primera canción que escribimos la hicimos la primera vez que jameamos Dave y yo juntos, estábamos en su cuarto y pensamos que era bastante pesado lo que salía y que era genial”, me dice Mike mientras afirma que en la música tienes que encontrar a un compañero con cierta química pues de otra manera es como tener un muy mal sexo: puedes tenerlo pero no tiene ningún sentido.

Antes de empezar con este proyecto, que juega con el paisaje sonoro para sus segmentos cinemáticos y que conjuga las sonoridades introvertidas del post-rock con la intensidad del post-metal, Dave y Mike ya se conocían bastante bien. Ambos, a sus 16, vivían a unas pocas calles de distancia del otro y se reunían con bastante facilidad durante la secundaria, pues pertenecían a los mismos círculos interesados por el punk.

‘Tocábamos en bandas distintas hace una década. Siempre nos apoyábamos en nuestros conciertos pero aunque éramos de distintos grupos, siempre me llevé mejor con él, solía salir mucho más con su agrupación. Mis bandmates eran buena onda, pero no tenía esa química, ni los intereses musicales que compartía con las de Dave, ellos hacían un tipo de hard rock bastante aburrido’-. Resalta Mike. ‘Sí, entonces cuando las dos bandas se desintegraron, tenía sentido reunirnos y tocar un poco. No teníamos muchas expectativas, pero mi antiguo manager nos escucho y empujó a tomarnos esto en serio”, dice Dave mientras Mike anima un poco a Brian para que empiece a hablar un poco. Ambos dicen entre risas que podrá ser el miembro más nuevo, pero también es el más tímido.

Brian se les unió justo cuando la banda empezó a hacer ruido dentro de los sectores interesados por la música instrumental, por allá del 2008, con su segundo disco de estudio llamado Station. En ese entonces la banda todavía era bastante pobre, tenían que conseguir empleos de medio tiempo para poder seguir tocando, pero tras unos cuantos años más de esfuerzo y de hacer la música que les gustaba salió Empros en el 2011, su cuarto álbum y todo empezó a aclararse para Russian Circles.

La recepción, aclamación universal con un promedio en Metacritic de 8.7, fue abrumadora y la cantidad de personas que empezaron a llegar a sus conciertos lo fue aun más. Empezaron a salir de gira por Europa y Asia, sus discos se empezaron a vender en cadenas comerciales y lo más importante… comenzaron a ser fuente de noticias en medios tan distintos como Spin, Pitchfork y Kerrang. Los críticos le atribuyen el éxito al talento que los miembros tienen, y que explotaron al máximo en este lanzamiento, para conjugar momentos muy pesados con la facilidad de acceso del pop rock tipo “indie”.

Los siguientes discos no fueron una decepción pues Memorial del 2013 tuvo una calificación aun mayor, de 8.8, gracias a su experimentación con la música concreta, lo que derivo de momentos altamente vividos y cinemáticos.

“Cuando empezamos nuestra banda lo único que pensamos es que no teníamos que hacer la música de alguien más, que podíamos hacer lo que nos plazca y así es como lo hemos estado haciendo desde entonces, sólo nos dejamos llevar y vemos qué es lo que sale. No es divertido si tienes que empujar las cosas para que sucedan, si sucede una canción folk que salga y si sale una canción post-rock que salga esa canción de post-rock”, dice Dave mientras recuerda una canción de hip-hop que se tienen guarda (lo dicen sin bromear).

Sin embargo, no importa qué tanto se comprometan en hacer la música que les salga en el momento, hay algo con lo que Russian Circles nunca ha podido romper y eso es el no poder trabajar con voces.

Mike asegura: “Eso complica muchas cosas. Ninguno de nosotros quiere cantar en público y hacerlo con otra persona es distinta debido a que necesitaríamos tener a esa persona presente para tocarla en vivo. Es difícil gastar tanto tiempo construyendo una canción para no poderla tocar y creemos que nuestra química como trío es algo que no cambiaríamos por nada”.

El primer encuentro que tuvieron Mike y Dave fue un momento “de telenovela”. A Dave le habían dicho un par de amigos que había un nuevo guitarrista tocando en la secundaria y que tenía que ir a verlo; ese mismo día, caminó hasta el restaurante en donde solían practicar las bandas de su escuela y lo vio, sentado en el sofá, viendo a la guitarra mientras la tocaba como si estuviera hipnotizado por ella.

“Algo que nunca cambiaría de nuestra banda es que son tres elementos distintos haciendo lo que a cada elemento le nace, es sincero, y cuando llega el momento para juntarlo, todo suena bien”, finaliza Mike.