Acusan al organizador del Fyre Festival por fraude electrónico

// Por: Sara Araujo

sáb 1 julio, 2017

Como algunos recordarán, en abril se llevó a cabo el Fyre Festival, mismo que terminó en un fiasco total, dejando a miles de trabajadores e inversionistas molestos e insatisfechos. Múltiples asistentes al llegar a la isla informaron las pésimas condiciones en las que se encontraban, incluyendo la distribución de equipaje al azar, “hospedaje de lujo” inexistentes y además sin comida, y encima, no podían abandonar las Bahamas.

El día de ayer, el organizador de dicho evento, Billy McFarland, fue arrestado en Manhattan y acusado por fraude electrónico; los cargos incluyen el enmascaramiento de información financiera de su compañía. Los representantes legales de McFarland no han ofrecido comentarios al respecto. Asimismo, el socio de McFarland, Ja Rule, también estará enfrentando múltiples demandas, entre las cuales se encuentra el uso de  documentos ficticios, entregados a prospectos e inversionistas. El abogado del rapero, Stacey Richman asegura que su cliente no fue arrestado y que “no será sujeto de investigaciones posteriores”.

Joon H. Kim, abogado para el Distrito del Sur de Nueva York, declaró:

“McFarland presentó cargos por usar documentos falsos para inducir a los inversionistas a poner más de un millón de dólares en su fiasco de compañía llamado Fyre Festival. En caso de ser declarado culpable, McFarland podría terminar con 20 años en prisión, aunque lo más probable es que su sentencia sea menor.”

[ACTUALIZACIÓN]

Este fin de semana, McFarland apareció en la corte, en compañía de un abogado público, Sabrina Shroff (los abogados privados del acusado no pudieron ser costeados). El día de McFarland en el juzgado terminó con una restricción para volar fuera del país, le quitaron el pasaporte y regresó a vivir con sus padres, siendo que se quedó sin dinero para pagar su departamento de 21 mi dólares.

 

Billy McFarland regresará a la corte el próximo viernes 7 de julio. El jurado determinará si será procesado y/o sentenciado a prisión, en cuyo caso podría pasar un par de décadas tras las rejas.

Después de ser liberado tras haber pagado $300 mil dólares de fianza, el acusado se limitó a decir: “Me gustaría hablar. Me gustaría decir algo. Lo arreglaremos para un mejor momento.”