Hace algunos días, cuando fue revelado el cartel del festival Coachella en su edición 2013, muchos mexicanos se manifestaron en contra de que la agrupación regiomontana 3 Ball MTY esté incluida en el cartel como parte de los proyectos musicales mexicanos que como una tradición no escrita, siempre tienen presencia en el festival y donde por cierto, una vez más, está incluido Café Tacvba.
En California sucedió algo similar con el anuncio del cartel del festival de Indio, cuando muchos se manifestaron en contra de que la banda de Manchester, The Stone Roses (confirmados para el 9 de abril en México por cierto también), estuviera encabezando los dos viernes del evento, al lado de Blur. Las redes sociales se llenaron de comentarios absurdos preguntando quienes eran esos ingleses, como si la influencia innegable de la banda, no solamente le haya dado vida a proyectos como Oasis, Kasabian o hasta los propios Blur.
El mismo extrañamiento ocurrió cuando Vive Latino 2013 anunció a la leyenda Los Ángeles Azules como agregados a su cartel este año.
El tema aquí es la ignorancia y la ingenuidad. La curaduría de los festivales se basa en el negocio y en la propuesta. No se trata de un escaparate de países donde mandamos representantes como si fueran los Olímpicos. Historias así han pasado ya y el tiempo le ha dado la razón a los que toman estas complejas decisiones. Calle 13 en su primer Vive Latino, amedrentado a pedradas y “monedazos”, para ser años más tarde recibido como cabeza de cartel. Jay-Z rechazado públicamente por Oasis en Glastonbury. Lady Gaga y Shakira programadas también para el icónico festival inglés ante el extrañamiento de muchos, yo incluido, con un éxito contundente. Y la historia y los ejemplos podrían seguir y seguir.
Recordemos el rechazo a Café Tacvba en sus inicios y lo que son ahora. No olvidemos la carta de retiro de Sony Music a Zoé por ser una banda que no tenía futuro, antes de que se convirtieran en lo que son ahora. Y aunque abiertamente acepto que 3 Ball MTY no es mi tipo de música, celebro que estén incluidos en las propuestas de un festival que en ese sentido, siempre ha arriesgado y que pocas veces, se ha equivocado.
El tiempo lo dirá todo.