Este fin de semana se estrena Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales en el cine, o como la bautizaron misteriosamente en latinoamérica, Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar. Las críticas estuvieron lloviendo durante esta semana y en su mayoría, la cinta pinta para ser completamente olvidable, a pesar de los grandes esfuerzos de Walt Disney Pictures por mantener la franquicia vigente.
Siendo realistas, desde la segunda entrega, Dead Man’s Chest, la calidad narrativa fue cayendo poco a poco, mientras la popularidad de Johnny Depp como Jack Sparrow llegaba hasta las nubes. Desde un punto de vista muy personal, he de admitir que me parece una de las sagas más divertidas del cine, pero no fue sino hasta On Stranger Tides que definitivamente Piratas del Caribe parecía tocar muy, pero muy fondo.
Dejando de lado los malos antecedentes que han marcado a la serie de cintas protagonizadas por Depp, Orlando Bloom y Keira Knightley, en verdad siento que la serie aún tiene mucho que dar de sí, explotando las épicas características que vienen de la mano de grandes batallas en altamar, entre fantasmas, esqueletos y zombies; pero la realidad parece ser que Jerry Bruckheimer y todos los encargados del filme, deberían dejar descansar a Sparrow, por lo menos un par de años.
Es aquí donde llega la duda: ¿Cuántas películas puede tener una franquicia? La respuesta es sumamente complicada, ya que parece estar directamente respondida gracias a la gente que está detrás de la producción.
Pongamos dos ejemplos concretos: Star Wars vs. Fast and Furious. A pesar de las infames precuelas en la serie de la Guerra de las Galaxias, la verdad es que el universo de George Lucas da cabida para una historia que va pasando de generación en generación y como lo vimos el año pasado con Rogue One: A Star Wars Story, esta línea de tiempo también tiene vacíos concretos en donde se pueden introducir nuevas películas completas. Esto nos enseña que el plan de Disney por darnos filmes de Star Wars de aquí hasta nuestra muerte, no es tan incoherente como pensábamos y es más fácil que la gente se harte de este universo, antes de que se deje de poner toda la carne en el asador con directores como J.J. Abrams o Rian Johnson, para entregar filmes de calidad con la familia Skywalker o sus sucesores en un futuro próximo.
Por otro lado, tenemos Rápido y Furioso, la que con ocho películas en un lapso de 16 años, han demostrado que si no tienes un buen director o un fuerte talento creativo detrás, tendrás la misma cinta una y otra vez dentro de una línea de tiempo sin sentido con personajes que no parecen evolucionar en lo más mínimo, usando recursos “infalibles” para dar vuelcos en la trama que carecen de importancia cuando no tienes ningún sustento desde los preceptos básicos.
Cuando una franquicia se basa en material preexistente, es mucho más fácil llegar a ser infalible como lo vimos con la saga de Harry Potter, que a pesar de sus altibajos, logró ser consistente en calidad, manteniendo atrapado al espectador promedio y a los fans más aguerridos. Por otro lado, tenemos a Peter Jackson expandiendo el pequeño libro de El Hobbit en tres películas que parecían haber manchado todo lo que se había logrado con la legendaria trilogía de El Señor de los Anillos.
Hasta ahora tenemos varios factores como un material original, originalidad detrás del concepto y un espacio cinematográfico que dé cabida a que muchas historias se engloben dentro de un mismo universo.
En realidad la respuesta no es sencilla, pero tomando estos puntos, puedes triunfar al entregar cintas como Creed, que toma lo mejor de Rocky y lo presenta bajo un nuevo protagonista, sin dejar de lado al hombre que lo empezó todo.
A pesar de ser un fenómeno relativamente moderno, la sobre explotación de historias no lleva a nada bueno, a pesar de que se sigan entregando buenos resultados de taquilla ¿Cuantos creen que sea probable que en algún momento Robert Englund y Wes Craven pensaran que ya teníamos suficiente de la historia de Freddie Kruger? o incluso el mismo Ridley Scott se arrepintió en algún momento de crear Alien, después de ver su creación mano a mano contra Depredador o en historias que poco o nada tenían que ver con la cinta original de 1979.
Es mejor mantener un cierto respeto dentro del séptimo arte, para que no veamos los mismos personajes una y otra vez, dentro de películas que nos ofrecen entregas que van bajando de calidad, mientras avanzan. Pero ya si de plano, quieren hacer cien películas de Guardianes de la Galaxia, por lo menos entreguen un buen producto, hasta que se den cuenta que en cierto punto, el público va a perder el interés.