//Por: Catalina Martínez
Sin duda alguna, la combinación de una voz angelical, una personalidad deleitable y talento nato son los elementos para crear la fusión perfecta de lo que es un artista que amas y que te ama de vuelta.
Lucy Rose se presentó la noche del 17 de mayo en el Lunario del Auditorio Nacional y vaya que fue un honor estar en la presencia de una artista como tal. Ni el cabello lacio, anaranjado y largo de Rose pudo distraer a los oyentes de las melodías tan deliciosas que recetó.
La presentación duró 1 hora y previo a que salieran ella y sus dos músicos al escenario, les regaló a los asistentes una muy bonita sorpresa, una proyección exclusiva de su mini documental. Y es que ‘Something’s Changing’, nombre del proyecto fílmico, relata el trayecto que recorrió Rose por algunas ciudades y países latinoamericanos; viaje en el cual, de la mano de su guitarra, un acompañante y su cámara, se aventuró a hospedarse en casas de sus seguidores y tocó gratis en diversos bares del continente latino.
Las luces se apagaron, pisaron el escenario y la gente a través de gritos le dio la bienvenida. Rose abrió con ‘Floral Dresses’, melodía con la cual no necesitó más que su presencia para ya tener al público rendido a sus pies. Le siguió con ‘Middle of The Bed’ y ‘Like an Arrow’, entre muchas otras que tuvieron a los asistentes coreando.
Durante el concierto, Rose aprovechó algunas ocasiones para agradecer a sus seguidores por su asistencia, por cuán importante, motivador y alentador es ver a la gente reunirse para apoyar su arte y que un artista no debe de tomar por hecho que sus seguidores continuarán dando su dinero por ellos… algo que muchos artistas, en la humilde opinión de su servidora, deberían de recordar y/o tener más en cuenta.
Claramente el ambiente estaba más que perfecto para derramar miel, las parejas abrazadas y tomadas de la mano sobraron y eso se debió al ambiente tan melancólico que entre la mezcla de luces y la música tan nítida y bien llevada a cabo pudo crear.
Escuchar este concierto fue como estar escuchando las grabaciones, calidad pura. Cada que Rose agudizaba las notas de ‘Place’ o la muy divertida ‘Bikes’, se podía disfrutar de una limpieza en la voz que pocos artistas pueden presumir de poseer.
La velada estaba llegando a su fin cuando Rose avisó que se despediría con una última pieza musical ‘Red Face‘, esto ante el claro desagrado del público, ya que Rose y sus músicos se retiraron y la gente no perdió tiempo en gritar “¡Otra! ¡Otra!” y qué creen…
Así es ¡Rose no regresó!
Y hasta creen, como la buena dama inglesa que es, la cantautora regresó al escenario ante la euforia de sus fans.
Antes de continuar con su número musical, esta chica inglesa mencionó que le gustaría intentar mudarse durante un tiempo a la Ciudad de México con su esposo para probar nuevos aires y que estaría en busca de nuevos amigos. Solo imaginen el ser amigos de un talento como ella. Una vez más agradeció a su público y de las dos últimas canciones que recetó la que más agradeció su audiencia fue ‘Shivers’, pieza que dicho por ella misma “Es una de las más tristes de mi repertorio”. Pues eso no causó más que gusto en la gente.
Lucy Rose es una joya de nuestra época, la cual esperamos no pase desapercibida entre tanto acto musical hueco que nos rodea. Solo basta escuchar su música y voz para quedar enganchados.
Srta. Lucy Rose, gracias por permitirnos apreciar su don.