La esencia de la vida cotidiana de Master of None #WARPSeries

// Por: Staff

lun 15 mayo, 2017

//Por: Daniela Benassini

Después de dos años, por fin el fin de semana se estrenó la segunda temporada de Master of None, comedia creada y protagonizada por Aziz Ansari (conocido principalmente por Parks and Recreation) y por Alan Yang. La historia comienza en Italia, lugar donde Dev (interpretado por Ansari), un hombre de treinta y tantos de origen hindú, se fue a vivir un tiempo para hacer pasta y aprender más sobre la cultura italiana que tanto le apasionaba  después de haber terminado con su novia al terminar la temporada uno.

Ahora, le pregunta es, ¿vale la pena verla? DEFINITIVAMENTE.

Master of None es capaz de llevar simples acciones de la vida cotidiana de los personajes a una historia perfectamente bien contada, jamás aburrida y siempre graciosa resultando una genial comedia romántica. Explorando el mundo de las citas actualmente alrededor a Tinder, los estereotipos raciales y las relaciones familiares,  esta serie retrata las experiencias de vida de los personajes tal cual son; su título proviene de la expresión “Jack of all trades, master of none”, que significa que una persona puede ser practicante de muchas habilidades, pero no enfocándose en una en particular, y partiendo de esta premisa es cómo vemos el desarrollo de Dev en sus diferentes facetas de vida en la temporada.

 

La primera temporada me gustó, pero esta definitivamente es maravillosa. Cada episodio es diferente y no sigue una línea narrativa como podríamos decir que en la primera temporada sí. El primer capítulo de la segunda temporada es un claro homenaje al cine italiano con “Ladrón de Bicicletas”,  para luego retomar la historia de Dev en su amada ciudad de Nueva York, junto con sus mejores amigos Denise, Brian y Arnold, uno de los mejores personajes de la serie. Ni una vez pierde su frescura ni las escenas llegan a ser forzadas, a pesar que la serie tomó varios riesgos tanto en guión como visual.

 

Como espectador, puedes relacionarte con más de un episodio por la narrativa real en la que está contada y las referencias que se hacen hacia el cine, televisión y música. Fácilmente puedes ver los diez capítulos en un cómodo maratón y nunca te aburrirás, aunque probablemente te dará mucha hambre.

La fórmula del enamoramiento que tenemos hacia Master of None es que es completamente real y relacionable. Es el perfecto ejemplo que puede existir de hacer una comedia romántica sin ser cursi, simplemente perfecta de principio a fin.