//Por: Daniela Benassini
A un par de días del Día de las Madres no podía dejar de pasar esta fecha para recomendar una de las series que más me ha movido el corazón: Gilmore Girls.
Desde su estreno el 5 de octubre del 2000, después de siete temporadas y una nueva estrenada a finales del año pasado, las chicas Gilmore conquistaron el corazón de muchos fanáticos.
La historia gira en torno a la vida de Lorelai y Rory, madre e hija respectivamente. Entre temas como el amor, la amistad, la familia, la escuela y el trabajo, las “Chicas Gilmore” demuestran que la relación madre-hija va más allá: son mejores amigas, que entre referencias de películas, libros y música desarrollaron una relación envidiada por varias espectadoras.
Durante siete años nos vimos sumergidos dentro de Stars Hollow, pueblo ficticio de Connecticut donde se desarrolla la serie; vimos pasar las mañanas de Lorelai en la cafetería de Luke, con quien siempre soñábamos que Lorelai terminaría, vimos los romances de Rory y cómo esta niña fue creciendo hasta convertirse en una egresada de Yale. Y así, pasó el tiempo hasta que nueve años después, Netflix decidió continuar con la historia con cuatro episodios de hora y media de duración dedicados cada uno a una estación del año, y como era de esperarse, el resultado fue todo un éxito.
Crecí con los personajes de Stars Hollow y la esencia de estos permaneció intacta, la nostalgia me invadió cuando cada uno de ellos comenzó a salir en el primer capítulo de la nueva temporada.
Sin embargo, si nos ubicamos en una línea de tiempo, nueve años son bastantes; tenemos a Rory, quien está completamente desubicada, entre viajes a Londres y a Nueva York quiere buscar historias qué escribir. Lorelai continúa con Luke en una relación “estable” y Emily Gilmore, la abuela, tiene que continuar su vida después de la muerte de su esposo.
Los diálogos continúan siendo característicos de la serie; hay escenas de largos minutos de duración y nunca se sienten aburridas ni pesadas. La vieja amistad de Rory con su amiga de toda la vida Lane permanece, a pesar de las vidas diferentes que éstas tienen. Hay una pequeña sorpresa con Sookie, papel interpretado por Melissa McCarthy quien accedió a filmar una pequeña escena, a pesar de aparentes disputas con la producción.
La evolución de las chicas Gilmore se nota y la compenetración de ambas actrices. Las dos son adultas y deben enfrentarse a problemas mayores pero a pesar de todo, saben que siempre van a contar la una con la otra y punto.
Después de litros de café, incansables conversaciones y numerosas excentricidades puedo decir que Gilmore Girls es una de las series que puedes volver a ver y siempre te va a sacar una sonrisa. Las cuatro últimas palabras de Rory siguen retumbando en nuestras cabezas esperando una esperada siguiente temporada. Por lo pronto, toma una taza de café, pide comida a domicilio, siéntate en el sillón y disfruta paso a paso la vida de las chicas que cambiaron la vida de muchos televidentes.