La vida y la experiencia nos han demostrado que es sumamente complicado vivir bajo la sombra de un padre. Contados personajes han logra- do superar este paradigma y ser hija de una leyenda del tamaño de Stanley Kubrick implica ser parte de un mito que se estableció como parte fundamental en la historia del cine.
Media hermana de Anya y Vivian Kubrick, Katharina es hija del primer matrimonio de Christiane Kubrick con Werner Bruhns, de quien se divorció cuando Katharina tenía sólo cuatro años. Luego de que Christiane y Stanley se casaran, la pequeña adoptó el apellido del legendario cineasta, en 1958, lo que transformó su vida al convertirse legalmente en hija del realizador y formar parte de la familia que se convirtió en el alivio de un hombre que cuidaba a detalle todos y cada uno de los aspectos de sus filmes.
Al incorporarse al mundo del cine, la hija de Kubrick participó en varias cintas del director como The Shining (en la búsqueda de locaciones) y Eyes Wide Shut (en el área de arte), además de tener breves apariciones en Barry Lyndon y A Clockwork Orange. Por su parte, Katharina se involucró de lleno en el departamento de arte de otros proyectos tan legendarios como The Dark Crystal (1982) y Midnight Express (1978).
Katharina ha sido parte esencial de la promoción de la exhibición oficial de Stanley Kubrick, que ha llegado a ciudades como Frankfurt, Seúl, Monterrey, Berlín, Toronto, Los Angeles, París, Sao Paulo y, actualmente, Ciudad de México, presentando piezas exclusivas del archivo del cineasta; desde accesorios utilizados en sus filmes hasta guiones, arte original y el Oscar que obtuvo por Mejores Efectos Visuales en 1968.
– Todos conocemos a Stanley Kubrick como esta figura metódica, como cuando decidió mecanografiar él mismo las hojas de The Shining. ¿Cómo fue vivir con él en su faceta de padre?
«Como cineasta era obviamente muy meticuloso, muy apasionado por su trabajo, siempre buscando una historia de la que se enamorara y que lo llevara a través de todo el proceso de una película. Como padre y como esposo… No puedo hacer una comparación en realidad porque fue el único padre que tuve.
«La casa siempre estaba llena de gente, mi madre es una artista así que la casa en la que crecí y todos los lugares a los que íbamos, Nueva York o Londres, estaban llenos de gente. Era una gran atmósfera, conocí a mucha gente interesante mientras estudiaba para su próximo proyecto, así que siempre fue interesante, trabajaba mucho, no era el tipo de padre que nos llevaría al zoológico pero siempre estuvo ahí, siempre disponible para nosotros como padre.»
– Kubrick se convirtió en un mito, rodeado de todo tipo de teorías y leyendas que van del montaje de la llegada a la Luna hasta la historia que asegura que dejaba hojas con instrucciones específicas para el cuidado de sus gatos. ¿Piensas que se convirtió en un mito por su filmografía y el tratamiento que le daba a sus películas?
«Creo que hay mucha gente que creería todo tipo de cosas, y que amara tanto a sus gatos como para desear que se les diera un cuidado no quería decir que hubiese sido capaz de ser parte de algo tan descabellado como montar un aterrizaje falso en la Luna.
«En específico, las listas de los gatos son reales pero las hizo porque toda la familia saldría de viaje a Irlanda y había gente que se quedaría a cargo de la casa, teníamos nueve gatos y algunos estaban enfermos, otros necesitaban medicina. Él era un hombre cuidadoso. Yo he hecho lo mismo cuando dejo a alguien a cargo de mi casa, mis dos perros y mi gato. Es lo que haces.
«La gente amaba ponerle etiquetas, amaba decir que era obsesivo, que estaba loco, que era un megalómano, misógino… eran disparates, él era un artista, le gustaba dormir en su propia cama, tener a su familia cerca, le gustaba ver a sus gatos al llegar por las noches, así que tenía todo muy organizado. Era bien conocido por sus películas, respetado por ellas pero como hombre no lo reconocían, así que podía caminar por donde quisiera sin que ser molestado. Mi padre era un hombre muy sensible.»
– Hace algunas semanas, Steven Spielberg visitó los archivos de Kubrick y, en específico, revisó los archivos de Napoleón. ¿Crees que él podría finalizar el trabajo que dejó tu padre para el filme sobre la vida del conquistador?
«Creo que han habido algunos avances y que algo ha pasado con la historia de Napoleón pero no estoy segura de lo que es, aunque si alguien va a estar involucrado seguramente será Steven. Él y Stanley eran muy buenos amigos, se tenían gran respeto, por eso es que él dirigió A.I. Artificial Intelligence. De hecho mi padre se la ofreció a Steven: “Tú la diriges y yo la produzco”. Cuando pasó eso yo le pregunté por qué había tomado esa decisión y me dijo: “Porque creo que yo la voy a hacer muy obscura y Steven le dará un poco de luz”. Creo que fue una gran película, hizo un gran trabajo.»
– Hablando un poco de la exhibición, ¿cuál fue tu participación en el proceso de selección de los materiales?
«No tuve nada que ver con la selección. Cuando tomamos la decisión de hacer una exhibición de los archivos de Stanley Kubrick la palabra final dependía de mi madre. Al inicio le dio un poco de ansiedad el tema, porque buscar y revisar sus cosas era una manera de revivir su muerte, pero después decidió que sería muy interesante ver el material y las paletas de artistas a los que ella admiraba, como Picasso, a ella le encantaría ver su estudio y sus libros de notas. Así fue como accedió a hacerlo.
«El Filmmuseum mandó a un archivista a nuestra casa, estuvo ahí por seis meses, con sus guantes, revisando absolutamente todo y seleccionando lo que él consideraba que la gente querría usar. Después lo juntaron todo para la primera exhibición en Frankfurt.»
– ¿Cómo fue el ver por primera vez la exhibición completa?
«La primera exhibición fue extraordinaria, por- que no tenía idea de cómo resultaría. Todo su material, sus premios, sus guiones, cajas, libros, todo lo que estaba en la casa, ahí disponible, ahora estaba en un museo, detrás de un mostrador, con un reflector, con placas. Pensé, “¡ah, con que ahí estaba!”. Fue algo muy extraño, me sentí increíblemente orgullosa.
«Ellos tomaron su firma y la pusieron en la recepción del Filmmuseum de Frankfurt, la extendieron a lo largo de toda la pared. Yo no la había visto por bastante tiempo, por lo que me afectó mucho. Esa era la firma que solía falsificar en mi tarea.
«Lo más emocionante para mí fue estar en la exhibición y ver a los estudiantes de cine y arte con su tutor diciéndoles: “Mira, debes mirar a esta persona, debes mirar estas fotografías”, con la esperanza de que los inspirara. Tal vez nunca han visto sus películas, porque ya son cintas viejas (Eyes Wide Shut se estrenó en 1999), pero aún así hay personas que las están descubriendo, y tal vez no les gustó la primera vez, tal vez no la entendieron, pero ahora las revisitan. Estas películas necesitan múltiples vistas.
«La primera vez que Woody Allen vio 2001: A Space Odyssey dijo que no le había gustado. La volvió a ver muchas veces y después decidió que era un gran filme. Así que sus películas no son como comer un helado, no es una rápida satisfacción, necesitas regresar, es como una comida completa.»