//Por: Enrique Rojas
Un día como hoy pero de hace 23 años, en el Gran Premio de San Marino, Italia, para ser exactos en la curva tamburello, dejó su vida uno de los mejores pilotos en toda la historia de la F1, el mítico Ayrton Senna, destacado por manejar con una magia increíble bajo lluvia.
Amado en su país de origen, Brasil, por su humildad total y entregar todo mental y físicamente en los circuitos hasta el punto de no poder moverse al salir del monoplaza por los espasmos musculares.
Consiguió 3 títulos mundiales con el equipo McLaren-Honda, el cual no contaba con el mejor monoplaza pero si con los dos mejores pilotos, Ayrton y Prost.
Un día antes del 1 de Mayo ocurrió un choque donde falleció otro piloto, razón por la cual el médico de la F1, Sid Watkins, le dijo a Ayrton: “Tú has sido 3 veces campeón del mundo, eres el hombre más rápido del mundo, ¿Por qué no dejas esto y nos vamos a pescar?”, a lo que Ayrton solo contestó “no puedo, Sid”.
Fue entonces, el 1 de mayo de 1994, que en la vuelta #6 al romperse la dirección del monoplaza Williams-Renault, Senna se fue sin control al muro y se quedó a solo 15 cm de que una pieza de la suspensión no golpeara su casco y sobrevivir.
Hoy en día, a 23 años de su fallecimiento, se sigue recordando y admirando por su humildad, entrega, coraje y valentía dentro y fuera de los circuitos.
Eterno, Senna.