//Por: Daniela Benassini
La música se lleva en la sangre; era evidente que los hermanos Kongos iban a arriesgarse a dar el salto en el mundo musical luego de que su padre, John Kongos, fuera un compositor exitoso en los 70. Hemos visto la fórmula con la familia Followill, las hermanas Haim, y estos hermanos de origen sudafricano no se quedan nada atrás.
Dylan, Daniel, Jesse y Johnny crecieron en Sudáfrica y Londres para después trasladarse a Phoenix, Arizona, donde grabaron su álbum debut hace 10 años. Pero fue en el 2014 cuando comenzó la verdadera magia. Con ‘Come With Me Now’ Kongos se dio a conocer mundialmente y los llevó a cientos de ciudades a presentar su disco “Lunatic”. El año pasado lanzaron su tercer álbum de estudio “Egomaniac”, el cual presentaron anoche en el Plaza Condesa.
La última vez que el cuarteto de hermanos había pisado tierras mexicanas fue en el Corona Capital del 2014, cuando ‘Come With Me Now’ era el himno del momento; tres años después podemos ver la evolución de estos músicos en escena, saben perfectamente lo que están haciendo, saben cómo llegar a su público y la entrega que dan en cada canción.
Alrededor de las 8:50 pm ya se notaba en el Plaza Condesa una espera por la banda. Sin un telonero, estábamos esperando que el cuarteto saliera en cualquier momento. El recinto estaba lleno de gente con las playeras de la banda que vendían afuera, y la emoción se podía palpar conforme pasaban los minutos. Despúes de las 9 pm sabíamos que en cualquier momento iban a apagar las luces, los gritos y chiflidos comenzaron hasta que a las 9:15 pm, los hermanos Kongos salieron al escenario.
Las luces enfocaron solamente a Danny Kongos mientras comenzaba ‘Repeat After Me’ y el público enloqueció; momentos después los cuatro músicos aparecieron en escena en una sola línea, lo cual se me hizo bastante curioso porque generalmente el baterista va un poco más atrás.
Es notable la sinergia de los músicos; los cuatro cantan pero cada uno de ellos tiene su sello distintivo; Dylan es el frontman y el bajista, Jesse se encarga de la batería, Johnny del acordeón y los teclados y Danny de la guitarra; es impresionante la calidad de músicos que son, no dejaban un espacio entre canciones, eran imparables. Con un “Gracias México” por parte de Dylan y un “¿Quién estuvo en el Corona Capital?” lograron llegar al corazón de los expectadores, no necesitaban nada más, su música habla por ellos.
Como era de esperarse, tocaron casi todo el nuevo disco, las más coreadas fueron ‘I Want It Free’, ‘I Don’t Mind’ y ‘The World Would Run Better’, la cual Dylan le pidió al público que alzara la voz para cantar. Una de las grandes sorpresas fue escuchar un cover de ‘Get Back’ de los Beatles 100% al estilo Kongos .
Dentro de su viejo repertorio nos deleitaron con ‘Hey I Don’t Know’, ‘It’s a Good Life’ y claro, el himno a Kongos, ‘Come With me Now’. A pesar que muchos de los asistentes pensaban que iban a cerrar con esta canción, Kongos quiso poner un pie adelante queriéndose quitar el sello de que no son un One Hit Wonder, y a pesar que esa canción los transformó en lo que son hoy en día, no es completamente su esencia. Esto no hizo que nadie del público dejara de saltar y bailar por doquier, Kongos logró captar la atención de los fanáticos para luego continuar con ‘Birds Do It’, ‘Autocorrect’ para luego regresar al pasado con ‘I Want To Know’, coreada por todos los asistentes del Plaza Condesa mientras movían el brazo de un lado a otro. ‘Take It From Me’, el primer single de Egomaniac fue la siguiente canción que interpretaron, para luego cerrar con “I’m Only Joking”, antes del encore.
El cuarteto se despidió ante un recinto extasiado y fervientes por “¡otra, otra!”; no pasó ni un minuto y después regresaron para cantar la famosa canción de su segundo álbum, ‘Escape’ para luego cerrar la velada poniéndonos a bailar con ‘Blue Monday’, cover de New Order.
Kongos definitivamente sabe cómo mantener a un público cautivo y feliz; cada una de las personas del Plaza Condesa salimos con una sonrisa en la boca esperando la próxima vez para que estos hermanos sudafricanos nos vuelvan a regalar una noche como la de ayer.