//Por: Daniela Benassini
Aceptémoslo, que la música sea la protagonista en una serie o película no es una tarea fácil, ahora una serie musical (Glee es el ejemplo que primero se me viene en mente) implica el compromiso de poder aguantar el ritmo, canciones y coreografías durante varios capítulos. Siendo la música la principal estrella, The Get Down se lleva las palmas. Los seis capítulos de la primera temporada mantuvieron al público de principio a fin en un trance de música combinado con una ambientación espectacular y grandes actuaciones.
The Get Down cuenta la historia de Ezekiel Figuero alias Zeke Books, un joven del Bronx apasionado por las letras y la poesía, en donde encontrará su salvación. Él y sus amigos, Ra-Ra, Dizzee y Boo-Boo, comparten sueños mientras viven sus días en la escuela. Zeke ha estado enamorado durante toda su vida de Mylene Cruz, una chica que cuenta con una angelical voz, y su único sueño es ser descubierta por un productor, hacer un disco y largarse del Bronx. El grupo de amigos un día conocerá a Shaolin Fantastic, quien cambiará sus vidas para siempre.
The Get Down llega a romper esquemas con una historia interesante, una preciosa ambientación y las grandes actuaciones de un grupo de adolescentes. Tras ver una primera temporada muy aceptable, después de ocho meses llegó el esperado 7 de abril. Por fin íbamos a saber qué iba a pasar con los grandes amigos y su incursión en el mundo de la música.
En la segunda temporada, Zeke continúa con su pasantía con el objetivo de entrar a Yale y tener un futuro prometedor; él y Mylene, actualmente novios y profundamente enamorados, tienen que equilibrar su relación entre la fama que ella está teniendo, sus múltiples fans y las ganas de su productor musical y manager de dejar su imagen limpia y buena de la iglesia, a una más sexy y liberal para ser la estrella número uno de la música disco. Por otro lado, tenemos a Francisco Cruz, uno de los personajes más sólidos de la serie, quien continúa viendo por las decisiones de su sobrina Mylene, y las de su comunidad. A pesar de que le dieron mayor foco en la temporada pasada, en ésta veremos un lado completamente inesperado.
El padre de Mylene, Ramón Cruz (¿Cómo olvidar al legendario Gus Fring en Breaking Bad?) aceptó la fama de su hija como beneficio propio para el crecimiento de su iglesia, esta bomba, claramente próxima a reventar, será un elemento catatónico dentro de la segunda temporada.
La ambientación en los 70 es excelente; mezclan grabaciones del Nueva York de esa época para darle mayor credibilidad a las secuencias, sin mencionar el excelente trabajo que hacen en las transiciones de las escenas, dando un efecto nítido que queda muy bien adaptado a la época. Los bailes, la música disco vs el hip-hop, y las canciones son los elementos que hacen de esta serie algo único.
Baz Luhrmann, creador de la serie, continúa empapándola con la esencia de sus películas anteriores como Moulin Rouge o The Great Gatsby; de verdad, cuando lleguen al capítulo número 4, van a sentir que están en el seductor Molino Rojo, lleno de desinhibición y excesos, pero aun así, The Get Down tiene una esencia pura e icónica la cual dará de qué hablar durante un buen rato. No solo es una serie musical, es una historia con violencia, racismo, tráfico de drogas, corrupción; el Bronx en su máximo apogeo. Pero para los Get Down Brothers nada de eso les asusta, lo único que quieren es hacer música, comunicar su arte. Entre la poesía dentro de las canciones de Zeke, los graffitis de Dizzee, los bailes improvisados y el ingenio de los cinco jóvenes, provocarán el despertar de toda una revolución musical.
Algo nuevo de la segunda temporada fueron las animaciones que integraron dentro de la historia, estos segmentos, además de conectar la línea de argumentación, crean un ambiente más nostálgico y divertido de contar.
Pues ahí la tienen, The Get Down es la primera recomendación que les voy a dar cada semana, es un must en tu lista de series si eres un melómano de corazón y te gusta aprender sobre los movimientos musicales de la época, no esperes más y dale play.
“You can’t stop us, we’re the Get Down Brothers!”