“Una joven muy estraña”
-Pati Chapoy, 2017
Y sí lo es; anoche tuve la oportunidad de presenciar el DJ set de Björk y su productor, Arca, en el Foto Museo Cuatro Caminos.
En punto de las 10 de la noche Björk y su crew subieron por el elevador del Foto Museo Cuatro Caminos hacia el primer piso, donde se situaba el DJ booth que haría bailar a mil personas, en un show íntimo y único en nuestro país, con motivo de de la exposición de realidad inmersiva más grande del mundo que trajo a México WARP en su décimo primer aniversario, “Björk Digital México”.
Con una entrada misteriosa, el DJ set de Björk y Arca empezó con sonidos de baja frecuencia para relajar a la gente y envolverla en la atmósfera de la islandesa, pasando por lo tribal todos empezaron a bailar.
Envueltos entre plantas, simulando una selva, ambos artistas disfrutaban de su música mientras personas desde la terraza y desde la planta baja se asomaban para observarlos.
La noche pasó por música diversa y ecléctica, como ritmos latinos, pop, electrónica y ambiental, entre varias mezclas más.
Lo que más me sorprendió del show de Björk, más allá de su bella máscara, fue la energía que tenía, durante las más de 3 horas que estuvo en el DJ booth no dejó de bailar y brincar, disfrutando cada minuto de su estancia, en compañía de sus fans.
Cuando ella terminó, la fiesta continuó en el roof del museo, Casa WARP, donde Alejandro Franco aprovechó de la energía y felicidad de los que aún seguían en el recinto, compartiendo unos finos beats con ellos.
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