Considerado la conciencia del cine de Estados Unidos, Oliver Stone es un director que se consolidó por emocionantes thrillers de la talla de Wall Street o Natural Born Killers, filmes que después impulsaron su trabajo de temática social concerniente al país del norte, como JFK, Platoon o World Trade Center.
Con tres Oscars bajo el brazo y una carrera que comenzó como alumno de Martin Scorsese, Stone decidió abordar un tema aún más sensible y polémico para su más reciente filme: la vida de Edward Snowden y el camino que lo llevó a destapar los secretos más turbios de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Durante su más reciente visita a Los Cabos Film Fest, el cineasta que tomó el riesgo de crear documentales basados en Fidel Castro y Hugo Chávez habló de Snowden y el porqué la seguridad y la privacidad del mundo se han convertido en temas de discusión más allá del espionaje internacional.
– Tu carrera ha sido marcada por filmes de tinte político e histórico. ¿De dónde surge la necesidad de llevar a la pantalla grande este tipo de historias?
«Soy dramaturgo, cuento historias y esta es una gran historia, importante y única, porque Snowden es un hombre, llamémoslo, delgado, pasivo, para nada un James Bond o Jason Bourne, y es importante cómo se revela a la Agencia de Seguridad Nacional y despega alrededor del mundo, en una escucha masiva del sistema de vigilancia de toda la gente, todas las corporaciones, los bancos, las compañías de energía, los gobiernos… es la mayor hazaña nunca antes vista.
«Todo empezó en Estados Unidos y con mucho dinero, esto es un gran inicio. La gente no piensa en un entorno global pero tienen satélites en el espacio, con antenas en la Torre Eiffel, bajo el agua, en el ciberespacio, es un trato masivo y lo que hacen es juntar información sin combatir el terrorismo, que es una pequeña parte de todo.»
– ¿Cómo caracterizas tu relación con Edward Snowden?
«Cuando conocí al señor Snowden nos dijo muchísimas cosas, a mí y a mi equipo, confió en nosotros y nos habló de la Agencia de Seguridad Nacional, de cómo era, de lo que hacen, lo que convierte a esto en un nuevo tipo de película espía, porque aquí no verás violencia. Edward fue pieza clave en la realización de este trabajo.»
– No es el primer personaje de este tipo con el que te cruzas cinematográficamente. Trabajaste en el documental de Fidel Castro y esto puede compararse, una especie de biopic de Snowden…
«Este no es un documental, Castro no es una película dramática, en Snowden tomamos nueve años de material e hicimos una cinta de dos horas, es un thriller también, o un “mental thriller”, porque no sabes si va a ser arrestado, no sabes… Él también cambia en el transcurso de la película, empieza como un hombre conservador, feliz, y después de ir a Hawái y Japón ve cosas que le molestan porque no son de la manera en que creía, así que rompe las leyes de la Constitución. Fue un joven valiente, pero cambió.
«Snowden también tiene una novia, la cual encarna Shailene Woodley, y básicamente lo mantiene humano, lo que es muy importante en el trato, porque cuando trabajas para el gobierno es muy fácil enfrascarte en lo que haces.»
– Hablando de tus documentales, ¿cómo tomas la decisión de abordar a estos polémicos líderes de Centro y Sudamérica?
«Los documentales tienen un propósito diferente. Una película es sólo eso, y necesita contar con una historia que te interese y te mantenga atento, con un final satisfactorio. Un documental, por otro lado, no tiene que satisfacer. En Castro contamos las cosas como las vimos, no las hicimos interesantes. Los propósitos son diferentes, me refiero a que si yo quisiera hacer un documental de Snowden me hubiera sentado con él, como lo hice, pero lo hubiera grabado por horas, lo habría cortado y entregado, pero me gustó la historia, y escogí a (Joseph) Gordon-Levitt para personificarlo porque es un actor interesante.»
– Estamos cerca del aniversario de Wall Street. ¿Cómo comparas el haber trabajado con un joven Charlie Sheen y ahora con Joseph Gordon-Levitt, en historias que involucran intriga y traición?
«Wall Street… es más como Born On The Fourth Of July. Se trata de un joven que también se revela contra su país luego de ver la tragedia de la Guerra de Vietnam, así que es más como esa película. Wall Street cuenta la historia de un hombre que ve la corrupción y participa, emprendiendo un camino de vuelta a la integridad al final.»
– ¿Te sientes satisfecho con el resultado de Snowden y la reacción social al ver el desarrollo de la historia?
«Sí, estoy muy orgulloso de la película, fueron dos años y medio de esfuerzo para lograrla, no fue hecha en un estudio americano, fue realizada por alemanes y franceses. Me siento muy orgulloso.»