No sólo depende del cristal con que se mire #WARPPhoto

// Por: Staff

mar 7 febrero, 2017

//Por: Santiago Rodríguez

” La normalidad es una ilusión; lo que es normal para una araña es el caos para una mosca”.

Frase del dibujante Charle Addams (creador de la Familia Addams) con la que nos quiere dar una lección importante en nuestra vida: la perspectiva.

Gracias a la posibilidad de ver o sentir desde diferentes direcciones, podemos percibir de un modo más completo lo que sea que encontremos. En la vida algo que consideramos muy normal puede estar completamente desajustado a los criterios de los demás. También en la fotografía. Con un pequeño cambio de ángulo un paisaje, un producto, una calle se vuelven ajenas a nuestra cotidianidad. ¿Alguna vez has desconocido el retrato de un amigo o un familiar sólo porque “se convirtió en otra persona”? Descubrimos aspectos nuevos del mismo objeto.

En la vida y la fotografía destacar normalmente es cuestión de perspectiva. Los buenos fotógrafos suelen ser considerados “agresores” de la tradición, porque intentan ideas novedosas que salen de la zona de confort de fotógrafos y de entusiastas que observan el mundo ajeno desde lejos. La forma en que un fotógrafo reinterpreta su realidad y la muestra es un reflejo de su historia, emociones y pasiones.

Entre los fotógrafos que quieren innovar y darnos lecciones de cómo valorar de nuevo objetos a los que estamos acostumbrados, tenemos al japonés Takashi Kitajima, quien mezcla en la misma fotografía un trasfondo desenfocado para resaltar sólo un punto de interés.

Takashi Kitajima

Takashi Kitajima

El serbio Dusan Stojancevic redefine su entendimiento del macrocosmos en un microcosmos donde casi podemos estirar la mano y adueñarnos de ciudades enteras: él toma fotografías de gotas de agua que reflejan la realidad de una ciudad vista desde un “objetivo natural.

Una cámara no “hace” buenas fotos. El fotógrafo es el que crea arte detrás de unos lentes de cristal. Buscar nuevas perspectivas hará que valoremos más nuestro entorno, pues implica que lo conocemos mejor, lo disfrutamos con profundidad y somos capaces de relacionarnos con él, de modo que podemos reinterpretarlo con valor artístico.