El ojo por el objetivo de cristal #WARPhoto

// Por: Staff

mar 24 enero, 2017

// Por: Santiago Rodríguez

Cada artista tiene su instrumento. Cada persona tiene una voz diferente y una manera particular de expresar sus ideas. La inspiración viene de muchas maneras y se plasma en lápiz, en colores, en estatuas, en palabras que riman o en notas invisibles.  Pero como siempre pasa, no toda pintura, no toda canción, no todo poema es arte.  Hay niveles técnicos y expresivos. Según se logre alcanzar ciertas alturas, podemos incluso transformar una actividad de lo más monótona en una obra artística. Desde diseñar un edificio hasta hacer café.

Así, algo tan trivial y común en nuestra vida como es tomar fotos puede convertirse en arte. Una fotografía, más allá de su belleza, nos hace cuestionarnos y plantearnos una serie de preguntas. Es un lienzo en blanco. Como tal, cada fotografía es una creación y, aunque sea parte de nuestra realidad, no es la realidad en sí. Si queremos darle un matiz artístico a una obra, tenemos que llenarla de expresión, de un “algo”. Ese algo puede ser perfección técnica, ideas de fondo, dirección de pensamiento, expresión humana. Susang Sontag, directora, escritora y maestra, decía que “la fotografía es, antes que nada, una manera de mirar. No es la mirada misma”.

Fotografiamos el mundo, pero revelamos nuestra percepción. Una fotografía es el secreto de un secreto. Cada fotografía tiene un fotógrafo detrás de la cámara, una mente que no sólo capta el segundo. La fotografía es la historia del mundo matizada por el fotógrafo: veremos lo que él quiere que veamos, su interpretación de la realidad.

El arte de la foto implica una reinterpretación por parte del autor. En ese sentido, las fotografías también se pueden leer, como se puede pintar la música, escuchar un libro o respirar el ambiente creado por un arquitecto. Analizar cada aspecto de la fotografía, estudiarla, descubrirla, desencriptarla y reflexionar en ella para trascenderla como el arte trasciende los sentidos donde se manifiesta primariamente. El arte es una dimensión de planos entretejidos que nos hace más humanos, sin importar la forma.

En este espacio, le daremos su pequeño podio a aquellos que nos han transmitido verdades en imágenes, hablando más de mil palabras en un pequeño cuadro. Buscaremos que este arte nos transmita otras formas de interpretación de la existencia, según autores, técnicas, deseos, pasiones que se originaron en un pequeño objetivo de cristal. Porque no nos vamos a detener en nuestro momento presente de la vida, sino que queremos trascenderla y saborearla.

“La vida en sí no es la realidad, somos nosotros quienes ponemos la vida en piedras y guijarros” . 

(F. Sommer).