2016: “El año para el olvido que siempre deberemos recordar” #WARPyearbook16 #WARPGeopolítica

// Por: Staff

vie 6 enero, 2017

//Por: Ruben Turok (@Ruben_Tkc)

Este año se ha caracterizado por las muertes de personalidades que marcaron una época, entre ellas Prince, David Bowie, Leonard Cohen, Alan Rickman y Fidel Castro. No podemos dejar de olvidar el terrorismo que se ha hecho presente este año dónde miles han perdido la vida; así como por el incremento de los desastres naturales, muchos derivados del cambio climático por más que algunos nieguen la ciencia y los hechos, cual me lleva a mi siguiente punto. El 2016 será recordado por los historiadores como un punto de quiebre, que podría definir al mundo en las próximas décadas y no para bien.

¿Por dónde empezar? El primer semestre del año lucía viento en popa, con una economía global que empezaba a resurgir, avances significativos en cambio climáticos como resultados del convenio de París y el tratado entre China y los Estados Unidos, ISIS empezaba a deteriorarse y en México parecía que por fin algunos gobernadores corruptos pagarían por sus actos. ¿Luego, qué pasó? Las fallas eminentes de una democracia, la demagogia, el enojo, el racismo y sobretodo la indiferencia, se hicieron presentes con una fuerza que no se había visto en décadas.

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BREXIT – Comienza el Circo

Esta triste historia comienza en el viejo continente y lo que se llegó a conocer como BREXIT. Una propuesta altamente irresponsable del anterior primer ministro británico, David Cameron, que propuso la salida de Gran Bretaña del bloque europeo. Sin un beneficio económico, social o político (salvo para un pequeño grupo de oportunistas), así como contra todas las predicciones, los británicos liderados por los ingleses de las zonas rurales (no tanto así los escoceses), votaron a favor de salir de la Unión Europea.

Los jóvenes mostraron indiferencia al no salir a votar, mientras que los medios aseguraban que solo un milagro haría que el voto resultara favorable para los que buscaban salir del bloque europeo. Por supuesto que las zonas rurales de Gran Bretaña, donde gente se ha sentido afectada negativamente por la globalización y con miedos generados por la retórica de medios y políticos conservadores sin sustento alguno (véase los contados que votaron por salir tienen los números de migrantes más bajos del país), votaron abrumadoramente por la salida de la Unión Europea. ¿Suena parecido?

En su mayoría personas de edad avanzada votaron por un futuro que no es para ellos, pero su enojo que los motivó a salir en grandes cantidades a rechazar la globalización combinada con la indiferencia de los millennials, resultó en impactos sustantivos en el futuro del país y del mundo. El tema recurrente, el miedo al ajeno, el rechazo a aquellas políticas económicas que han favorecido la desigualdad y han olvidado a la clase media, así como la indiferencia de la juventud. Este suceso, como los otros dos que analizaremos, se caracteriza por la decisión que ganó por el voto, pero que no era apoyado por la mayoría de la sociedad.

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FARC – ¿El fin de la guerra?

Después de las negociaciones que duraron varios años, el presidente Santos parecía haber logrado una paz que se pensaba inimaginable apenas unos años atrás. Este acuerdo de paz pondría fin a más de cinco décadas de guerra en el país y el fin de las guerrillas latinoamericanas que dominaron el siglo pasado. En una decisión altamente cuestionada, se llevó el acuerdo a un referéndum posterior a su firma, donde por un margen casi insignificativo y con poca participación ciudadana, el acuerdo fue rechazado por el pueblo colombiano. ¿Muchos se preguntaron, por qué elegir la paz cuando la guerrilla ha causado tanto dolor y sufrimiento al pueblo colombiano?

Sin extenderme mucho en este tema, el pueblo colombiano votó y reiteró basado en el odio y el rechazo en las instituciones. ¿Perciben una tendencia? Votando al final del día en contra de sus propios intereses y motivados por el sentimiento, no por la razón y con la indiferencia de la juventud como cómplice, se tuvo que volver a negociar el acuerdo con muchas dudas de por medio. Se dice que la historia está destinada a repetirse y para los que la estudiamos, estamos destinados a observar cómo se repite sin poder hacer nada al respeto.

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Victoria de Trump – ¿El principio del fin?

Lo podemos odiar, muchas veces justificadamente, pero el papel de Estados Unidos como eje estabilizador en los últimos siglos es indiscutible. Esta historia parece haber llegado a un triste final.

Con un crecimiento económico estable y constante, generando empleos y recuperándose parcialmente de lo que significó la peor crisis económica desde 1929; así como todos los avances sociales que incluyeron derechos de las mujeres, homosexuales, veteranos de guerra, entre otros, parecía que la continuidad del presidente Barack Obama estaría asegurada. Claramente estábamos equivocados.
La “sorpresiva” derrota de Hilary Clinton significa un retroceso indudable en los progresos logrados durante la presidencia de Barack Obama y la incertidumbre asusta, con toda razón, a todo aquellos que deseamos un mejor futuro. Su discurso demagogo toco un nervio en la sociedad norteamericana. Es un error garrafal considerar que Trump ganó por racista, aunque este sea un margen importante de su electorado. Trump, al igual que el BREXIT e incluso, aunque en menor nivel en Colombia, logró despertar esa desesperación de tantas familias que se sienten traicionadas por el sistema y las políticas económicas.

Añadido a esto está la no suficiente señalada culpabilidad de los medios, cómplices de crear imágenes y percepciones no con el objetivo de mostrar la verdad, como solía ser los objetivos de la prensa, pero si con el objeto de obtener ratings. ¿De dónde surgió esta idea, NO FUNDAMENTADA, de que Hillary era equiparable de alguna forma a Trump? Porque esa generación, la misma a la que yo pertenezco, se queja del sistema pero es más ingenuo y parte del mismo que de percatarse, no sé si podrían con sus vidas.

Perdiendo el voto popular, pero ganando el voto colegiado, no debemos de normalizar su presidencia. El peligro de hacerlo, sería catastrófico. Debemos estar preparados para lo peor y trabajar por algo mejor. Su victoria, a pesar de todo lo que ha pasado en el mundo, puede tener un impacto de largo alcance, afectando no solo la nuestra pero también futuras generaciones.

BIRCH RUN, MI - AUGUST 11: Republican presidential candidate Donald Trump speaks at a press conference before delivering the keynote address at the Genesee and Saginaw Republican Party Lincoln Day Event August 11, 2015 in Birch Run, Michigan. This is Trump's first campaign event since his Republican debate last week. (Photo by Bill Pugliano/Getty Images)

¿Ahora Qué? – Más allá del 2016

Si algo dejó claro el 2016, es que la sociedad estaba lista para un cambio, sin importar si este era bueno o malo. Dejó ver el poder de los medios, la indiferencia de juventud y las deficiencias de la democracia.

Lo medios mostraron su error en sus pronósticos, muchas veces buscando elecciones cerradas para ganar televidentes y mostrando poca objetividad y ética periodística. Los jóvenes, quizá desde mi punto de vista los principales responsables, se mostraron indiferentes. Se rehusaron a votar por una solución imperfecta, a favor de un proyecto político que pone en jaque su futuro y el del planeta (considerando que Estados Unidos el país que mayor impacto tiene en el fenómeno, acaba de elegir un presidente que junto con su gabinete seleccionado, niegan su existencia).

Finalmente, todo culmina con un sistema donde por indiferencia, el papel de los medios y de algunas élites económicas y políticas, muestran la falla de la democracia. Se ha logrado por una parte que mucha gente vote en contra de sus intereses. También vemos como la preferencia de la mayoría no gana, pero al final lo que cuenta es la participación.

Este año, con todo lo malo que ha sucedido, no todo está perdido. Pero esto no se va a solucionar con buenos pensamientos o pensar que “no pasa nada”.

El año para el olvido, que debemos de recordar. Porque este año puede ser un despertar de la razón o la muerte de la sociedad como la conocemos. Siempre es más fácil dar 10 pasos para atrás que uno para adelante. Pero ahora, más que antes, no tenemos los mismos lujos para retroceder. Sin importar la nacionalidad, el 2016 debe de ser una dura lección de vida, porque de lo contrario las consecuencias podrían ser innumerables.

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