//Por: José Ivan Ruíz Trejo
Aún con la amenaza de lluvia, los ánimos jamás bajaron desde la apertura del Doritos Stage. El público se acomodaba mientras Caveman abría como estelares. Esta banda aún no cuenta con tantos seguidores, pero fueron suficientes para corear sus temas. ‘In The City’ hizo llegar hasta las lágrimas a Dolores, fanática que viajó desde Morelos solo para verlos en vivo por primera vez.
Llegó el acto sorpresa del día con The Struts. Los británicos prendieron de inmediato, sobre todo por la actitud de su vocalista Luke Spiler, quien provocó que la gente cantara, gritara al unísono y hasta se agachará para tener un salto en conjunto. Fernando, quien se la pasó todo el acto gritando y cantando decía “Tengo seis meses de conocerlos, aunque parecen fuera de su época, no puedo dejar de escuchar sus canciones”.
La sensualidad de Marian Hill invadió el Doritos como tercer acto. Con el frío empezando a bajar, la nacida en Philadelphia no tuvo reparos en quitarse el abrigo para que chicos y chicas movieran los pies. ‘I Want You’ fue la mas coreada por Pilar, una chica de 17 años con abrigo rojo que confesó que se animaba a estudiar canto por los tonos dulces pero altos a los que podía llegar la vocalista Samantha Gongol.
El lado emotivo de este escenario fue Edward Sharpe and The Magnetic Zeros, que se sobrepusieron a los problemas técnicos y alegraron con su sonido folk y su amable forma de contar historias a través de letras y con el público mismo. La canción ‘Home’ fue acompañada por niños que provenían de la Secundaria Miguel Hidalgo, mismos que fueron ovacionados junto a sus padres.
Unknown Mortal Orchestra dio una cátedra de cómo mover los sentimientos de un público a punto de pasar de congelarse a tener muchas ganas de bailar. Para Luis Héctor, un chico que prefirió verlo desde un punto lejano, la emoción fue tanta que solo pudo decir: “La forma en cómo un sonido que parece tan sencillo puede volverse complejo es maravilloso”- mientras de fondo se escuchaba ‘Multi-Love’.
La promesa de volver fue cumplida por parte de Richard Aschroft, quien regresó con nuevo disco (These People) y con ganas de premiar a las aficionadas con viejos clásicos también. Convocando a bastante gente, a pesar de haberse presentado el año pasado. El británico ex-The Verve no reparó en entregarse con uno de sus mejores shows en México.
Todo estaba listo para el platillo fuerte que era la agrupación francesa Air. Con un espectáculo elaborado de luces contrastantes, Jean-Benoît Dunckel y Nicolas Godin, estaban frente a un público expectante con un sonido claro, nítido y envolvente. Su repertorio fue muy bien seleccionado con temas como ‘How Does It Make You Feel’ y “Cherry Blossom Girl”, cosa que no sorprendió a Guillermo, quien definió la velada con los galos: “Una especie de vuelta al ‘Avant Garde’ con los toques de Brian Eno. “Una tocada que acaba de volarme la cabeza, solamente por la maestría de como tocan sus instrumentos”. Un final glorioso para una jornada que, por más fría que se puso, jamás congelo las ganas de escuchar buena música.