Guillermo Del Toro, At Home with Monsters #MéxicoEnElMundo

// Por: Alonso Valencia

mié 16 noviembre, 2016

//Texto y Fotos: Alonso Valencia

Desde su niñez, Guillermo Del Toro decidió refugiarse en un mundo de fantasía y monstruos a los que él mismo califica como los parias que se encontraron con él en la obscuridad.

Este mundo, que marcó la niñez del originario de Guadalajara, fue inspirado por los clásicos monstruos de Universal Pictures y las esculturas de Bernini, el principio de un paisaje que se fue nutriendo de cultura popular, cómics, literatura, pintura y cine.

En el Valle de San Fernando, en el área suburbana de Los Angeles, Guillermo Del Toro estableció un museo personal que lleva por nombre Bleak House y que sirve como santuario de las peculiaridades que ha recolectado con el paso de los años; desde props utilizados en sus propias películas hasta piezas de H.R. Giger, Marc Davis y Basil Gogos, así como esculturas de tamaño natural solicitadas él de varios personajes que marcaron su vida, como Boris Karloff, Edgar Alan Poe y H.P. Lovecraft.

Debido a la admiración por la gigantesca colección de Del Toro es que las mentes detrás del LACMA (Los Angeles County Museum of Art), MiA (Minneapolis Institute of Art) y AGO (Art Gallery of Ontario) unieron fuerzas para convencer al cineasta de que pusiera parte de su inmenso museo personal en una exposición titulada At Home With Monsters, en donde además se puede conocer un poco de su historia y los caminos que ha recorrido en su carrera.

Matthew Welch, director del Mia, junto con Jim Shedden y Britt Salvesen, encargados de curar las exposiciones del LACMA, fueron la personas clave que hicieron posible la reunión con Del Toro para seleccionar las piezas y la ambientación general de la exposición, misma que cuenta con musicalización especial hecha por el compositor argentino, ganador del Premio de la Academia, Gustavo Santaolalla.

El impacto de la colección de Del Toro se puede describir con una pieza en particular que se encuentra justo en la entrada de su Bleak House. Es una cabeza gigantesca del Frankenstein clásico, esculpida por Mike Hill, que en palabras de Guillermo representa la fascinación ideal por el cine, viendo un personaje fantástico y terrorífico de un tamaño gigantesco que asimila a los personajes como los vemos en una sala de cine.

Del Toro, un hombre que experimentó de cerca la muerte para establecerla como un elemento constante en su filmografía y trabajo visual, se surte de esa misma fascinación y la transmite por medio de esta exhibición que además homenajea clásicos como Nosferatu, Fantasia y Phantom Of The Paradise.

Además de contar con aspectos ligados a la cultura popular y las artes, At Home With Monsters enaltece piezas de la vida cotidiana que tienen un toque macabro, una representación de nuestro lado más inocente que conforma las percepciones de lo que es normal en el mundo como lo conocemos. Las conocidas fotos de las rarezas de circo de los 20 se complementan con esculturas de Johnny Eck o Pinhead, personajes reales del clásico Freaks, de Tod Browning.

El período victoriano que comprende la era del romanticismo es una de las tantas maravillas que se perciben a lo largo de la estética que retrata Del Toro en su cine, y que está representado en su colección con objetos relativos a Charles Dickens, elementos disecados y piezas que muestran su amor a creaciones posteriores, como The Haunted Mansion, atracción ideada por Walt Disney que retoma dichos elementos para mezclarlos con una esencia fantasmal cómica y que se ha convertido en una de las principales pasiones de Del Toro.

La alquimia, la magia y el ocultismo, así como la vida después de la muerte son los temas que marcan este delirio de los fanáticos del horror, y así es como se cierra esta muestra que logra traernos varios objetos que probablemente nunca habrían estado a la vista de los más de 100 mil visitantes que han llegado al LACMA.

La exposición estará en Los Angeles hasta el 27 de noviembre para llegar en 2017 a Minneapolis y Ontario, con la promesa de Guillermo Del Toro de tocar tierras mexicanas antes de que finalice el próximo año.