Para todos los amantes empedernidos del heavy metal, la CDMX se vio sacudida con los mejores y más estruendosos acordes de parte de Lamb of God, banda originaria de Richmond Virginia. Como parte final de la promoción de Strum Und Drang (2015), fuimos participes de un evento magno en donde los cinco integrantes, nos deleitaron con todo el poder que poseen.
En punto de las nueve de la noche, Randy Blythe saltó a escena a cantarnos con la energía única de su voz. Comenzando con ‘Walk With Me in Hell’, los circle pits, se hicieron presentes desde el primer momento y la gente ya volaba por los aires. Seguido de este, le continuaron ‘Ruin’ y ‘512’.
Con un publico extasiado desde el primer momento, Blythe alzó una bandera de México que poseía el nombre de la banda, lo que volvió loco a la multitud, al momento que el cantante se cobijaba con ella. De principio a fin, la calidad de audio bastaba para quedar ensordecido, los graves, los medios y altos, estaban perfectamente sincronizados y ecualizados para un total deleite.
Después de esto temas como ‘Ghost Walking’, ‘Now You Got Something To Die For’ y el más reciente ‘Still Echoes’ se hicieron sonar. De principio a fin la banda nos mantuvo al filo de la locura, regalándonos potencia y sobre todo buena vibra, saludando al público, riendo e interactuando en cada canción.
Mientras la gente saltaba y se empujaba uno al otro, nuestros oídos se deleitaban con temas como ‘Hourglass’ o ‘The Faded Line’, mismas que sonaban como si fueran extraídas del disco. Chris Adler demostró el porqué es uno de los mejores y más importantes bateristas del mundo, al igual que sus compañeros Mark Morton quien tocó la guitarra de un modo excepcional, John Campbell quien demostró la experiencia en el bajo y Willie Adler, que por un momento salió a escena en solitario para regalarnos un ligero solo.
Era el turno de una de las más esperadas de la noche ‘Vigil’ la cual desde el primer momento recorrió nuestra piel. Esta canción posee uno de los intros más conocidos y a su vez una de las voces más endemoniadas, y fue interpretada con majestuosidad y potencia.
La noche casi terminaba, pero no podía faltar ‘Laid To Rest’, otro de los más coreados. Para este momento era imposible no sumarse al mosh pit ya que abarcaba cerca de medio Pepsi Center, que entre golpes y empujones, invitaba a todos a sumarse.
Para culminar una excelente presentación, Randy se despidió de México no sin antes aclarar que ama a sus habitantes y a su público. Sin lugar a dudas esta fue una de las mejores presentaciones que se han visto en el recinto desde hace mucho tiempo, y es que la entrega y la pasión que sus integrantes poseen, deja boquiabierto a cualquiera. Esperamos que los reyes del groove metal regresen pronto, pues a la mayoría de los asistentes, los dejaron con ganas de más.