Para mi el 2012 fue un año de siembra. Estuve trabajando y planeando todo lo que quiero que florezca este 2013.
Al encontrarme trabada en ciertos puntos donde no sabía hacia qué dirección ir, acudí a mis instintos. ¡Recurrí a mis herramientas disponibles y las puse en marcha! Todo hacia delante.
Mi espectro musical se amplió por completo al estudiar y analizar cosas que no había notado antes. Todo esto sucede al conocer los gustos de otras personas y de sentarme a escuchar lo que a ellos más les vuela la cabeza. Eso me metió a un proceso de librarme de las “etiquetas” que la gente y la industria usan para categorizar la música. Puedo hacer cualquier tipo de música, solo tengo que ponerme a estudiar para dar buenos resultados. (como todo en esta vida).
Comencé nuevos proyectos para no estar 100% enfocada en una sola cosa y darle espacio a mis ideas. Eso me tranquilizó y ahora la emoción brota de saber que en febrero sale mi segundo disco “ImaGina”. Esto solo es el inicio.