El surgir de África en la política internacional #WARPGeopolítica

// Por: Staff

vie 22 abril, 2016

Por: Ulises Kentros (@UlisesKentros)

Hace algunos meses mencioné que abordaría a África en su aspecto positivo: dejar de lado los conflictos que la agobian, y enfocarme en su momento actual. La mejor manera de hacerlo será al ir contra el hype: ¿Africa Rising o “¿tan mal como en África”? Sólo para aclarar, me referiré exclusivamente a África subsahariana.

Tratándose de un gigantesco y diverso continente, hablar de África en términos generales no es posible. Una región puede estar en paz (el sur de África) y otra estar devastada por la guerra (Libia, Sudán). Lo que intentaré será lo siguiente: abordar dos narrativas que predominan y señalar evidencias que vayan en su contra. La primera es la optimista, “Africa Rising”, de cuño más reciente, y empujada por múltiples medios entre ellos The Economist, el Fondo Monetario Internacional, entre otros. En un extremo opuesto, la segunda es la narrativa que ha persistido desde hace mucho tiempo que ve en África lo peor de lo peor. Esta es una percepción popular, que se refleja en crudas comparaciones al estilo “tan mal como en África”. Ambas son visiones que simplifican la complejidad de un continente entero, con más de 1,200 millones de habitantes, por más bien intencionadas que puedan ser (ante todo la primera).

Antes de abordar la primera, algunos datos. Entre el año 2000 y 2014 África -junto con Australia, Canadá y América Latina- creció a pasos acelerados gracias a sus exportaciones de materias primas (petróleo, minerales). En general, esa década y media fue una época dorada para los commodities, con altos precios y mercados generosos. Dos regiones en particular se beneficiaron: América Latina y África. Ambas hospedan numerosos países cuyas economías dependen fuertemente de las exportaciones de alguna materia prima. En tiempos en que los precios son altos, las arcas públicas y las de las empresas privadas viven una bonanza, que la población vive como una época de grandes inversiones y salarios que suben. En tiempos en los precios son bajos, los presupuestos y las expectativas se ajustan. La caída del precio del petróleo -junto con todas las otras materias primas- en 2014 fue justamente eso.

Sudáfrica

Sudáfrica

La narrativa de Africa Rising precisamente surgió durante los años de ese boom. Con tasas de crecimiento de 5% al año para todo el continente por más de una década, las esperanzas crecen. En corto, la pobreza extrema en África disminuyó de 56 a 35% entre 1990 y 2015. Encima de eso, parecía que la elusiva paz estaba por fin llegando al continente, después de la hecatombe de la “guerra mundial de África”. Dos cosas pueden apuntarse sobre esto. Para absorber la población que entra al mercado laboral cada año, tasas de crecimiento cercanas al 5% son indispensables (semejante en México N.B.). Un crecimiento menor trae el riesgo de producir mucha gente joven, frustrada y con la pobreza amenazando -una mala combinación. Por otro lado, un estudio encontró una correlación entre la ubicación de minas y escaladas de violencia en África, entre 1997 y 2010. Donde había minas, la violencia creció. Ahora que las tasas de crecimiento disminuyen, ¿viene una nueva ola de violencia?

Probablemente no. La otra narrativa, en la que en África se encuentra todo lo malo, omite que, a pesar de la dependencia de materias primas, de hecho ha disminuido el grado en el que las economías africanas necesitan altos precios. De hecho las señales son que los países africanos están mejorando su administración en general.  Encima de eso, regiones antes devastadas por guerras civiles -conflictos mucho peores que las protestas y disturbios que de vez en cuando surgen- ahora están en paz (ante todo en el centro-sur, de Congo a Sudáfrica), cosa que ha permitido que las economías crezcan y que los estándares de vida suban. De hecho, la clase media africana ha estado creciendo consistentemente donde solía no existir (Etiopía es el mejor ejemplo).

Crecimiento de la clase media en Africa

Crecimiento de la clase media en Africa

Si la época del entusiasmo por África ha terminado, parece que persiste el interés en los prospectos del continente. The Economist, que empujó la narrativa de Africa Rising, en la semana pasada tuvo un especial sobre hacer negocios en África. La tesis: a pesar de la caída de precios de las materias primas, y todos los demás desafíos, vale la pena acercarse y profundizar las relaciones comerciales (y diplomáticas) con África. “Los valientes serán recompensados”, concluye. Durante la época del boom, en México se habló bastante de las oportunidades perdidas en la falta de contacto con el continente africano. La red de embajadas mexicanas en África apenas asciende a nueve representaciones, comparadas con las treinta de Brasil y Cuba. Sin embargo, la Secretaria de Relaciones Exteriores de México ha llevado a cabo la Semana de África en México ya seis ediciones -una al año, en cada mayo-, con la promesa de estrechar lazos con el continente, con algunos resultados. Quizá tendrán éxito a la larga. Mientras, valdrá la pena no perder de vista al continente. Y, como siempre, don’t believe the hype.