La visita de EPN al Medio Oriente #WARPGeopolítica

// Por: Staff

jue 21 enero, 2016

 

Por: Ulises Kentros (@Ulises Kentros)

En esta semana se desarrolló la visita del Presidente Enrique Peña Nieto (EPN) a varios países del Medio Oriente. Entre el 17 y el 21 de enero visitó Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Qatar. En el caso de Arabia Saudita, fue la primera visita de estado que ha hecho México en cuarenta años. En los casos de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait y Qatar, fue la primera visita en general. La región que visita enfrenta múltiples coyunturas de seguridad y política que reverberan en el mundo. Sumando a eso la caída del precio del petróleo y la reciente remoción de sanciones económicas a Irán, EPN llega en un momento interesante, por decir poco. Entonces, ¿por qué ahora? ¿Con cuál visión llega México?

Primero, un contraste. Si hubiera llegado un par de días más tarde, hubiera coincidido con su contraparte china en Arabia Saudita. El Primer Secretario de China, Xi Jinping, inició su visita a la región el 19, con la agenda de visitar Arabia Saudita, Irán y Egipto. Ambos líderes llegan a la misma región, pero con metas diferentes. Como The Economist señaló esta semana, el propósito de la visita del mandatario chino está vinculada con la dependencia de su país de las importaciones de crudo provenientes de la región, la mitad de su petróleo. Visitar Irán (el rival geopolítico de los sauditas) coincide con la nueva apertura económica que tendrá ese país; siendo relativamente afluente, es un socio comercial atractivo. Además, indica el semanario inglés, es posible que visitar a ambos países a la vez puede señalar que China no quiere tomar partido en la competencia entre las dos potencias regionales. Sin embargo, señala, eso se puede volver imposible conforme China incrementa sus intereses comerciales en la región.

Enrique Peña Nieto y su esposa son recibidos en la Base Aérea Rey Salman, con motivo de su Visita de Estado por la Península Arábiga. NOTIMEX/FOTO/PRESIDENCIA/COR/POL

Enrique Peña Nieto y su esposa son recibidos en la Base Aérea Rey Salman, con motivo de su Visita de Estado por la Península Arábiga.
NOTIMEX/FOTO/PRESIDENCIA/COR/POL

¿Por qué México no está bajo ese tipo de escrutinio? ¿Por qué EPN no visitó también a Irán? La relación entre México e Irán es un tema por si sólo (el Sha, al huir de la revolución iraní, vivió brevemente en México). Pero los motivos explícitos de la visita loaclaran; son fundamentalmente económicos. Un comunicado de la Secretaria de Relaciones Exteriores menciona a la atracción de inversiones como la fundamental razón de la visita; la firma de 52 acuerdos es el esqueleto para esa meta.  Además, en contraste de China, México no depende energéticamente de esos países, ni tiene extensos intereses económicos en ellos. Más bien, parece una gira para aprovechar las oportunidades presentes, tan lejos no explotadas. Más importante, se puede especular que, como México no es una gran potencia, su visita se puede ver como trivial en manera muy específica: en contraste de China, no hubiera importantes razones para pensar que la visita de México es para tomar partido en la región. Al país no le interesa tanto el resultado de las luchas que se desarrollan en el Medio Oriente, y los anfitriones lo tienen presente (sin embargo, ambiciones políticas de ese estilo pueden estar más bien del lado de los anfitriones; pudieran declarar que son más prestigiosos en el mundo que Irán). A diferencia de China, México no tiene una gran visión para involucrarse en la región.

Plataforma petrolera en Medio Oriente. FOTO:EFE

Plataforma petrolera en Medio Oriente. FOTO:EFE

De hecho, se puede argumentar que no ha tenido visión alguna para ella. En un artículo, Alejandra Galindo argumentó que, en la época previa de la alternancia del año 2000, el involucramiento de México en Medio Oriente tuvo como foco los intentos poco exitosos de producir un acercamiento económico, y el activismo internacional. Sin embargo, desde la administración de Zedillo, disminuyó la importancia del activismo, sin realmente explotar las posibilidades del comercio. En los años recientes, el mundo prestó nueva atención a la región (principalmente por la guerra), mientras que México la dejó de lado.

¿Es posible que la administración de EPN está llenando el vacío de la relación comercial? Los cuatro países que visitó han acumulado una espectacular riqueza por el petróleo; invertirlo en México puede ser atractivo. El gobierno está consciente de ello, por lo que incluso propuso la creación de una oficina especial en la administración para seguir los asuntos México-Península arábica. Además, también hay grandes empresas mexicanas que buscarán invertir en la región; ya se realizó una importante inversión en Kuwait. Una visión se empieza a dibujar: hacer notar a los empresarios de ambos países sobre las posibilidades que hay en la relación bilateral.

Sin embargo, parecido a China, con el tiempo México tendrá que adquirir una (nueva) postura política al respecto del Medio Oriente. La pregunta está en si lo hará por la magnitud de su involucramiento económico en la región, o si lo hará desde una posición de activismo internacional. La tendencia actual puede sugerir la primera, con sus respectivas implicaciones de seguridad. Independientemente, cualquiera de las dos opciones tendrán importantes consecuencias para los debates en torno al lugar de México en el mundo. Esto es algo para tener presente.