Se cumplieron 20 años del lanzamiento de Sea Change (2002) de Beck, el octavo disco en su carrera, uno de sus más ilustres y uno de los discos más personales de la alternativa contemporánea. Beck estaba triste, en etapa de reconstrucción y qué mejor que sanar que a través de la música y de lo que mejor sabe hacer, grandes canciones.
En este material, Beck creo un álbum de cantautor con guitarras acústicas en lugar de basarse en multi-instrumentaciones y combinar rock o hip hop y distintos elementos alternativos, muy representativos de la década de los 90, que había estado implementado en su discografía de una gran manera y que le habían dado un sello distintivo.
Sea Change es un abrazo, es un disco curativo, un álbum con arreglos nostálgicos en su momento más alto, como lo es su primer sencillo ‘Lost Cause’, la canción más recordada de esa etapa, en parte gracias al video dirigido por Garth Jennings.
Uno de los puntos más interesantes de Sea Change es que la producción estuvo a cargo de Nigel Godrich, conocido por su trabajo con Radiohead, y por lo cual de alguna manera podemos relacionar el sonido del álbum en su enlaces acústicos con lo que Nigel sabe hacer como nadie y a lo que hizo con la banda de Oxford. La atmósfera del material sabe darte tu espacio de confort y tranquilidad, es paz musicalizada desde el corazón.
Lo más humano y vulnerable de este disco es que todos los sonidos son un registro sutil transformado en distintos sentimientos, pasando por diferentes etapas. Es abrazar un momento malo, es entregarte a la tristeza para después emerger con mucha efusión. Es alcanzar ese momento en donde dices: “venga, vamos, ya pasó, sigamos adelante, las lágrimas han secado”.
Beck, más que un disco, nos regaló una carta, un libro o un manual de doce canciones que te llegan al corazón cuando quizás alguien no corresponde de vuelta ese mismo amor que tú le tienes y te hacen saber que eso está bien, que pasa y que la vida es así, por esa razón Sea Change es una entrega noble, sincera y notablemente hermosa. Después de este disco Beck jamás ha vuelto a grabar algo así.