Hoy en día, los lanzamientos sorpresa han dejado de ser sorpresa. La atención mediática inmediata alrededor de los rumores, los pequeños “guiños” y los anuncios del estreno de un álbum a uno o dos días previo a su llegada se ha convertido en el pan de cada día. Sin embargo, si nos remontamos 15 años, al 10 de octubre de 2007, nos encontramos con un estreno cuya sorpresa no solo sorprendió a la industria, sino que la revolucionó: In Rainbows (2007), uno de las muchas obras maestras de Radiohead.
Estrenado sin aviso previo y tras haber terminado su compromiso contractual con EMI, lo que permitió a Radiohead una libertad que nunca antes había experimentado en su carrera, In Rainbows (2007) supuso un cambio en la forma en como los artistas distribuyen, venden y se comunican con su público; también fue una pequeña probada, visionaria, con respecto a lo que pasó años después con las plataformas de streaming y el consumo de la música tanto de forma física, como digital.
Alejados de cualquier sello discográfico, un día el álbum simplemente apareció en la página del quinteto libre para descargar y al precio que deseara el escucha, totalmente libre de escuchar el disco bajo sus propios términos. Un experimento que atrajo la atención de la prensa internacional y que propició un gran debate dentro de la industria musical.
Algunos, como Bono, Jay-Z y Courtney Love, declararon que se trataba de una “forma valiente e imaginativa de crear una nueva relación con tu audiencia”, al mismo tiempo que recibían aclamación al romper con el esquema tradicional de negocio de los grandes sellos discográficos… Produciendo nuevos a su paso y jugando con valentía para gestar un seguimiento mediático mayor al que hubieran conseguido en una campaña promocional de aquellas que se acostumbran dentro de la industria.
Sin embargo, algunos otros artistas, como Lily Allen y Kim Gordon de Sonic Youth criticaron el experimento, argumentando que “no fue pensado para apoyar a sus hermanos y hermanas músicos, quienes no venden tantos discos como ellos y que ahora se verán mal por no ofrecer su música al precio que sea”. Este punto fue tan señalado que incluso hubo un artículo en The Guardian titulado -Gracias Radiohead, ahora los músicos la tendrán aun más difícil para sobrevivir-.
En su momento, se presentó como un movimiento reaccionario en contra del consumo de piratería de la Internet, siendo Jonny Greenwood quien respondió a las criticas comparando su estrategia a la leyenda del Rey Canuto: “No puedes pretender que la plaga no está sucediendo”. Al mismo tiempo, su hermano, Colin, afirmó que los críticos estaban solamente interesados en “preocuparse en cuestiones secundarias, olvidando que el principal interés de la gente es compartir y disfrutar de la música. Siempre habrá formas de hacer dinero alrededor de ello”.
Aunque el lanzamiento fue un éxito, siendo que llegó al primer puesto de las listas de éxitos tanto de Reino Unido, como de los Estados Unidos, vendiendo más de tres millones de copias en menos de un año, el management se la banda señaló que “se trató de una solución para Radiohead, más no para la industria”.
Qué equivocados estaban. A partir de este lanzamiento, no solo se puede rastrear un interés por parte de las grandes compañías y artistas por empezar a distribuir su música de formas más accesibles para dificultar la piratería que nació en la Internet; sino que también supuso el nacimiento de dinámicas bajo las cuales ahora pueden sobrevivir los artistas independientes. La venta de archivos digitales en Bandcamp, los formatos físicos en tirajes limitados bajo conceptos de arte-objeto y el confiar ciegamente en tus escuchas.
Con In Rainbows, Radiohead salió de las grandes compañías para convertirse en un proyecto 100% independiente que guió a los pequeños y grandes proyectos hacia una nueva era de distribución, misma que se gestó en la incertidumbre y en la incomprensión del contexto. Como dijo Thom Yorke “salimos de EMI porque no entendía a la industria musical”.
Musicalmente tampoco fue un lanzamiento menor. Considerado por una gran mayoría de las publicaciones como el mejor álbum del año, In Rainbows también se convirtió en el primer disco en ser nominado al Grammy a Mejor Álbum del Año sin una compañía transnacional de por medio.
Si Radiohead ya había dado muestras de su amor por el trabajo de Steve Reich, en este material se da una versión exponencial de aquello, llenando sus composiciones de contrapuntos de guitarras eléctricas cíclicos, creando atmósferas vívidas y relajantes. Son puntos coloridos que hacen su aparición y desaparecen de forma puntual, como gotas de lluvia sobre un lago, razón por la cual la agrupación decidió usar una paleta de colores radiantes sobre fondos negros, dando a entender sus cualidades de pequeños puntos energéticos sobre bases tímidas.
Por su lado, Thom Yorke decidió tener un acercamiento lírico un poco más experimental en este material, haciendo uso del Flujo de Consciencia al 100 por ciento, pero con intensiones de generar frases seductoras. El resultado es un material de baladas frágiles repletas de detalles armónicos que contienen una gran belleza.