Ayer Snow Patrol regresó a la Ciudad de México tras una épica presentación en el escenario principal del Festival Corona Capital 2012 y de tres fechas como acto de apertura para U2 dentro del Estadio Azteca.
Es por estos concierto que a la banda se le reconocía en tierra azteca como una llena de energía, con canciones que se convirtieron en verdaderos himnos de estadio y con una fanaticada pasional que inunda de gritos a estos magnos recintos. Sin embargo, la agrupación irlandesa se presentó con otra cara en El Plaza Condesa, una mucho más íntima que logró una conexión única con el púbico por medio de la fragilidad y la expresión sincera, más que por los grandes coros de estadio o el carisma de sus miembros.
Apenas entradas las 21:00hrs la agrupación salió al escenario, esta vez en forma de trio con Gary Lightbody, Johnny McDaid y Nathan Connolly compartiendo instrumentos, entre guitarras acústicas, eléctricas, teclados y lap-tops para controlar los efectos. Los músicos se encontraron frente a un recinto repleto de sillas plegables, cada una de ellas con un seguidor de su música encima. El concierto fue sold-out desde el mismo día de su anuncio y la emoción estaba a tope cuando el vocalista saludó al público y declaró que esta presentación sería única, pues tocarían varios temas por primera vez en acústico y otros tantos serían interpretados por primera vez en años.
La banda inició con varios de sus más grandes éxitos, con ‘Chocolate’, ‘Open Your Eyes’ y ‘This Isn’t Everything You Are’, previo a la integración de un público muy abierto a platicar con la banda a la conversación. Los gritos se dejaban escuchar y los músicos agradecían los mensajes de amor, es entonces cuando Gary decidió que si esta era una noche muy especial para la banda, lo mejor que podía hacer era romper con el setlist y seguir las peticiones que sus seguidores le hacían.
“En serio, tratamos de tomarnos en serio este concierto, hasta escribimos un set-list y todo“, declaró con humor el vocalista, señalando a su hoja de papel previo a romperla y empezar a tocar ‘Set The Fire to The Third Bar’ a petición de un afortunado hombre que le gritó el título de la canción.
Prosiguieron con ‘Don’t Give In’ y presentaron por primera vez en acústico a ‘Spitting Games’. Tocaron ‘Empress’ de su último disco de estudio Wildness (2018) con una gran participación del público, el cual coreó cada verso de la canción previa a ‘Run’, el clásico que le dio a la agrupación un reconocimiento internacional. “Esta canción es divertida de tocar, porque en cada ciudad significa algo distinto“, introdujo Gary a ‘Take Back The City’, la cual precedió a ‘Dark Roman Wine’, la cual no había sido tocada desde el 2012.
Como un acto de buena fe, el vocalista se llevó las palmas de todos los presentes cuando se acercó a escuchar la solicitud de un adolescente que se encontraba en las primeras filas del concierto, un chico que le dijo al vocalista que un amigo suyo era un gran seguidor de la agrupación. Su amigo falleció hace un par de meses y en su honor solicitó que le dedicaran ‘Heal Me’. Gary compartió la historia y empezó a tocar la canción a su nombre, “es un buen tema para dedicarle“, declaró.
La banda finalizó con un puñado de sus más grandes éxitos, interpretando ‘Shut Your Eyes’, la coreada ‘Chasing Cars’ y ‘Just Say Yes’.