//Por: Victor G. García (@M0N0T0NO)
//Fotos: Bógar Adame
La octava edición del Festival NRMAL cerró con la potencia que nos tiene acostumbrados con actos como los legendarios Psychic TV y Tortoise. A pesar de que los espectadores ya habíamos generado una leve tolerancia a dos días seguidos de psicodelia, la curaduría musical no escatimó en su poderío.
Con beats suaves y relajados, los colombianos de Las Hermanas abrieron la secuela del festival ante un público que apenas se estaba recuperando de la cruda del día anterior. Pero la intensidad fue escalando poco a poco con la llegada de las brasileñas de Rakta y de Black Forest, proyecto de Gustavo Hernández, quien ha colaborado con bandas regias como Zurdok, Quiero Club y She’s a Tease.
El escenario de Reverberation quedó oficialmente inaugurado con la llegada de Oceanss, una banda capitalina que describe su música como deepnoise, una mezcla de noise obscuro y psicodelia ensordecedora que logró conectar el viaje que el público ya cargaba desde el día anterior. Después de la aturdida, los quebequenses de I.D.A.L.G. llegaron a sacudir los cuerpos de los asistentes con un punk desenfrenado. El movimiento no pararía con el tropical weird de Ava Rocha.
En la carpa roja, la productora sueca Sissel Wincent vino a presentar su primer disco. Esta música dedicada para las mentes más conceptuales del festival se reafirmó con Guido Möbius. Un rack gigante de pedales y la guitarra más rara que haya visto procesados en capas de sonido vía loops y múltiples efectos sonoros.
Apenas estaba atardeciendo cuando los tapatíos de Lorelle Meets The Obsollete pisaron el escenario con un psych que han venido refinando desde hace años. Si en México existe una escena de psych se debe en gran parte al esfuerzo de esta banda. Lástima la hora que los tocó dar el show, dado que les faltaron unos buenos visuales para acompañar su música. Luego siguieron los argentinos de Mueran Humanos, una de las bandas que más gustaron al público.
En su primera aparición en el país, Genesis P-Orridge de la proverbial banda Throbbing Gristle llegó con su proyecto de Psychic TV para brindar un show memorable y llenar los oídos de los asistentes con mensajes de amor.
En el escenario rojo, la carpa lucía casi vacía para Kablam. Lástima que le tocó competir con Psychic TV. Aun así, los asistentes que decidieron quedarse a ver el set de esta sueca no salieron desilusionados.
Finalmente, Tortoise hizo un repaso por su carrera y dieron cuenta de por qué son considerados los padres del post-rock. Con sus dos baterías y la virtuosidad que distingue a todos sus miembros, esta banda de Chicago le voló la mente a más de uno.
Si hay algo que se le respeta al Festival NRMAL es su ímpetu por mostrar bandas emergentes a oídos de gustos eclécticos que no necesariamente descubrirían de otra forma. Esto combinado con la incorporación de bandas de culto y seminales que también nos hacen regresar a las raíces de lo que hoy escuchamos. Esperemos que este espíritu de independencia y de educación del público siga con la misma fuerza que han demostrado hasta ahora.