Para Richard D. James es estúpido hablar sobre la música electrónica. En la última entrevista que concedió bajo el alías de Aphex Twin, el icónico productor irlandés le declaró a Crack Magazine que “la única razón por la cual sigo haciendo música es porque las palabras me limitan, a veces no puedes decirlo todo porque las palabras son finitas, pero los sonidos que puedes hacer son una infinidad”. Tal como lo dice, lo vivido esta madrugada dentro del Foro Pegaso de Toluca, Estado de México, fue una experiencia que no puede quedar impregnada solo en palabras.
Tuvieron que pasar más de 30 años de trayecto creativo para que la mente detrás de la gestación de sub-géneros de la música electrónica como el IDM y el techno-ambient llegara a Latinoamérica. Los conciertos de Richard D. James son increíblemente escasos y están llenos de un misticismo particular dentro de los interesados en la música en vivo. Es de creer que su DJ Set es el acto más costoso del mundo, así que cuando lo anunciaron pocos pensaron que fuera rentable, pero muchos otros lo tomaron como un sueño hecho realidad. Probablemente será el único set que podamos ver de él por estos rumbos.
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Él salió al escenario alrededor de la una y media de la mañana y se posicionó sin hacer un solo ruido por ocho o nueve minutos sobre una bestia de escenario creado con docenas de páneles de LED y una cantidad absurda de láseres. Se paró a un lado de su visualista y una vez arreglado todo, inició su set con ‘[Tassels]’, la vigésima-tercer pieza de Selected Ambient Word: Works II (1994), el álbum con el cual integró un sonido más denso a su, hasta ese entonces, tierna música ambiental.
Los beats llegaron y salieron como enfermos. La cantidad de elementos que mezcla Richard en sus conciertos es ridícula. Si en algo estuvieron de acuerdo todos los presentes, es que el show de Aphex Twin es un gran atasque. Es imposible llevar un seguimiento concreto de todo lo que pasa con la música. Los cambios de ritmo, los rompimientos armónicos, los distintos beats, bases atmosféricas, elementos armónicos y disonancias que utiliza al mismo tiempo es espectacular.
Desde el primer momento, el escenario empezó a convertirse en la cabeza de un personaje enfermo, pero brillante. En donde los sonidos no dejan de golpear y de producir verdaderas jaquecas con su complejidad. Es la cabeza de Richard, quien utiliza su acto en vivo como una especia de catarsis de exploración personal.
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Se dice que en un inicio, Richard empezó a colocar su cara en todos sus lanzamientos para burlarse de la escena techno que tenía como una regla no escrita el utilizar cascos o máscaras para esconder la identidad de sus creadores. Sin embargo, estando adentro del caótico mundo del productor, resulta obvio que su intención es explorarse desde todas las perspectivas posibles. Es una oda a la percepción de uno mismo. Desde el egocentrismo del verse a uno mismo seduciendo en traje de bailarina, hasta la necesidad de apropiarte de quienes te rodean, pintándoles tu logo y poniéndoles tu cara al final.
Prosiguió con ‘Luke Vibert’, un track original de su proyecto AFX, el cual se puede encontrar en el EP Spiral Staircase. Ahí, el productor dejó de jugar con su logo y nos dio la primera muestra del monstruo lumínico hiper-futurista que traía atrás de él. Los paneles empezaron a moverse por sí mismos mientras se pintaban de distintos tonos de un intenso color azul. La escena se pintó como salida de una película cyber-punk mientras Aphex acomplejaba cada vez más su canción, con gritos de desesperación y risas dentro de la mezcla.
Volvió a pisar el territorio de su segundo álbum de estudio con ‘[Domino]’, en la cual los visuales jugaron con la cara de Aphex Twin, con animaciones horripilantes de su rostro ocupando el espacio físico de bailarinas y osos de peluche. Típicos de su imaginario, así como la deformación de los rostros del público para darles el toque característico de su mundo terrorífico. No hay nada más aterrador que el verse a sí mismo.
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Llegó a un gran éxito con la interpretación de ‘X-Rays’, de su influyente álbum debut, siguiendo con lo mostrado e integrándolo a ‘Tha’, del mismo material.
Al finalizar, Richard decidió darle una revisada a la cultura popular mexicana, otorgándole su visión a las figuras más importantes del contexto deportivo, político y de entretenimiento del país. Se apropió de cientos de figuras para modificarlas en un cierre que se sintió alienígena. Finalizó en lo más alto de su apropiación con un gran mensaje que decía “México Will Not Pay For The Wall’, mientras ridiculizaba con sus visuales a un buen puñado de las figuras políticas más importantes de México y del mundo.
Con la tensión en lo más alto y a la expectativa de resolver la incógnita del cómo este hombre crea tales sonidos, Aphex Twin terminó su set de golpe. Sin duda es un talento único y un ser con una visión extraordinaria de su propio mundo.
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