El pasado sábado 28 de septiembre falleció una de las voces más queridas y admiradas de la música popular latinoamericana. Conocido como El Príncipe de la Canción, el cantante mexicano José Rómulo Sosa Ortiz viajó a través de ‘la nave del olvido’ a otro mundo, dejándonos con su trabajo discográfico, una trayectoria imprescindible para comprender a la música mexicana.
De acuerdo a lo señalado por diversos medios internacionales, José José falleció a los 71 años de edad debido al cáncer de páncreas por el que fue hospitalizado en la Ciudad de México en 2017. Él fue miembro de un selecto grupo de ídolos populares, del tamaño de Vicente Fernández o Juan Gabriel, cuya muerte fue resentida a tal grado que se organizaron reuniones masivas por todo el país para rendirle honores, en específico su estatua en Azcapotzalco.
Él será recordado por popularizar a incontables baladas románticas con sus grabaciones, distinguidas por su potente, profunda, y cálida voz. Sus interpretaciones terminaron representando una gran influencia para cientos de exponentes de todos los géneros de la industria latinoamericana.
Hoy es imposible cuestionar la importancia de su trabajo, al igual que su valor artístico. Es por ello que decidimos hacer un recuento de 10 de sus canciones más icónicas. No hay mejor homenaje que seguir escuchando su voz.
Escrita por el compositor mexicano Roberto Cantoral, esta canción alcanzó una popularidad masiva al momento de su estreno, cuando José José la interpretó por primera vez el 15 de marzo de 1970 dentro del Festival Mundial de la Canción Latina.
De acuerdo a lo declarado por el mismo José José, esta canción lo consolidó como un cantante de fama internacional. Desde entonces, la eligió como la canción con la cual cerró todos sus conciertos. Hoy es parte importante de la cultura popular mexicana.
Escrita por el compositor nicaragüense Adán Torres en una noche, inspirado en que “mi compañera en Estados Unidos era la soledad y estar lejos de mi esposa fue un tormento permanente”. La pieza fue presentada por él mismo en el Festival OTI en noviembre de 1977, un concurso de canción en el cual quedó en cuarto lugar. Sin embargo, ahí mismo fue escuchada por la cantante Lupita D’Alessio, quien le dio el contacto del hombre “que la hará famosa, ese es José José, te lo garantizo“.
De acuerdo a un artículo publicado por La Prensa, Adán Torres conoció al Príncipe en su hotel, él lo invitó a pasar y lo escuchó interpretando la canción. Quedó fascinado.
Se trata de la canción que le dio su nombre al segundo álbum de estudio de José José, un material que le dio un buen impulso a su carrera gracias a éxitos como ‘Nadie, Simplemente Nadie’ y ‘Del Altar A La Tumba’. Sin embargo, el track homónimo fue el más distintivo para su carrera, gracias a su arreglo orquesta de Chicho Ferrer.
La canción se transformó en la principal forma de homenaje a José José tras su fallecimiento, pues su nostálgica lírica sobre el perder a alguien se integra al recuerdo romántico y pasional del cantante.
Tema del onceavo álbum de estudio del intérprete Reencuentro (1977), ‘Amar y Querer’ es normalmente considerado como el tema más importante en la discografía del artista, incluyendo él mismo de acuerdo a una entrevista con Uno TV del 2014.
Según lo declarado, la canción “invita a las parejas al diálogo para cuando hay distinción, hay parejas que se pelean por una tontería y terminan y dejan hijos ahí regados por no transigir, por no dialogar… ¿cuántas parejas no terminan por el problema del alcoholismo, de la co-dependencia?”.
Tema de introducción al vigésimo álbum de estudio del cantante Reflexiones (1984), un material llamativo debido a que fue el primero del Príncipe de la Canción que fue compuesto en su totalidad por un mismo músico, en este caso el español Rafael Pérez-Botija.
El resultado fue un éxito, llegando a vender más de 3 millones de copias en todo el mundo, alcanzado el Disco Platino por sus ventas e integrando a José José al pop latino.
Esta hermosa pieza repleta de arreglos a piano y metales, muestra el lado más frágil del cantante de mano del compositor español Rafael Pérez Botija. Se trata de una canción nostálgica con una instrumentación que rememora directamente a la música de cuna en su primera sección, para después cambiar a una interpretación poderosa, fuerte, y madura, con cuerdas e instrumentos de viento.
La pieza se convirtió en un éxito al momento de su lanzamiento, en 1977, mientras que en retrospectiva se ha mostrado como una de sus canciones insignia.
Segunda canción de su álbum debut homónimo de 1969, se trata de una fusión musical entre la balada romántica que terminó por distinguir a su carrera musical con el bossa nova. Su base rítmica, creada a partir de elementos caribeños, y su producción, con un gran eco dentro de su voz, le dieron un sentido cálido tan irresistible como icónico.
Esta canción hoy en día no es solamente un hito para la música mexicana, es una expresión identitaria que obtuvo repercusión internacional.
https://www.youtube.com/watch?v=l3NgDOWxRV8
Séptima canción del decimonoveno álbum de estudio de José José Secretos (1983), la balada romántica compuesta por el español Manuel Alejandro con base instrumental en su sección de cuerdas, pulsantes y dramáticas, convirtió al material en el mayor éxito discográfico del Príncipe de la Canción, incluyendo más de once millones de discos vendidos.
Citándolo a él mismo en su autobiografía refiriéndose a ese año de Secretos: “El triunfo era absoluto: el Radio City Music Hall, el Amphitheater de Los Ángeles, los casinos de Las Vegas y Atlantic City, el Chicago Theater, otros sitios de Houston, Dallas, etcétera. Me pusieron el apodo de Mr. Sold Out (el señor que llena todo). Lo mismo pasaba en Centro América, Venezuela, Puerto Rico, en fin, por doquier recibía la misma respuesta…Manuel Alejandro nos hizo millonarios a todos, incluyendo a los ejecutivos de la compañía“.
Canción introductoria al decimotercer álbum de estudio de José José, el aclamado Lo Pasado, Pasado (1978) que contó con la participación de cantantes como Juan Gabriel y José María Napoleón. Una pieza compuesta por Michael Robles y con la participación de José María Napoleón, conocido como El Poeta de la Canción.
Se trata de una balada romántica en la cual el narrador se arrepiente de un amor que terminó en catástrofe.
La pieza que le dio el nombre a aquel último álbum es una de las canciones más populares del intérprete debido a que su fuerza se basa únicamente en la potencia de su voz, sobre la cual describe que ya logró alejarse de un amor que le hacía sufrir.
https://www.youtube.com/watch?v=cw1_XGvDHa0