// Por: Staff
mar 21 noviembre, 2017
Por: Raul Arce
En general, la experiencia de ir a un festival es bastante enriquecedora, sin embargo, siempre hay detalles, -ya sea por parte de los organizadores, o por algunos asistentes al mismo evento-, que terminan matizando nuestra percepción.
Por supuesto, también hay muchas sorpresas agradables que, por lo regular, se ganan un lugar en nuestra memoria; al final, de eso se trata, de la casi siempre afortunada combinación de factores (buenos y malos) que determinan nuestra experiencia como usuarios de un evento musical tan grande como el Festival Corona Capital. A continuación les compartimos nuestra UX(experiencia de usuario) del pasado fin de semana en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Foo Fighters. Foto: Bogar Adame
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- Algo que casi siempre se puede destacar de los conciertos en México, es la entrega incondicional de la gente hacia el talento. La edición 2017 del Festival Corona Capital no fue la excepción.
- El sonido en los escenarios Corona Light y Levi’s Tent fue bastante bueno.
- A diferencia de otras ediciones, el acceso al festival fue más eficiente.
- El área de comida llamada capital gourmet tuvo una vasta oferta gastronómica, desde los legendarios churros de El Moro, hasta bagels, cochinita y, por supuesto, buen vino.
- Con respecto a ediciones anteriores, pudimos ver más familias disfrutando del festival.
- Se habilitaron zonas exclusivas para las personas con alguna discapacidad.
- Las activaciones de marca (stands) no fueron tan invasivas como en otros años.
- Se agradece enormemente que bandas como Phoenix y Alt J hayan traído la misma producción de sus giras actuales y no una versión light, como muchos acostumbran hacerlo.
- En su gran mayoría, la gente se comportó a la altura, dejándonos ver que poco a poco vamos mutando en una audiencia cada vez más educada, lista para recibir eventos de clase mundial.
- Aunque es un poco de frío por la noche, no nos podemos quejar del clima, por lo que pudimos disfrutar de dos tardes perfectamente soleadas y de un festival libre de lluvia (quienes sufrimos en 2014 lo apreciamos aún más).
Cage the Elephant. Foto por: Nacorock
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- A pesar de que, en general, los artistas aprecian mucho al público mexicano por su gran entrega, considero que debemos ser más exigentes y no aplaudir a la mínima provocación o siempre que escuchamos un “hola”, o alguna vaga mención de nuestro país.
- En el tenor de saber exigir nuestros derechos como usuarios, es importante hacer notar las terribles fallas de sonido en los escenarios Corona y Doritos que, durante algunas presentaciones (léase Foo Fighters), fue pésimo. Por momentos era como escuchar a tu banda favorita en un viejo radio AM con un altavoz dañado.
- En algún punto de la tarde, comprar algo de comida era una misión imposible. Las filas eran interminables y, una vez más, los negocios se vieron rebasados por la demanda.
- Algo que se ha convertido en una tradición desafortunada en el Festival Corona Capital, es el desconocimiento de las propuestas musicales por parte de un buen número de los asistentes, quienes ven al festival más como un evento social (que sí lo es), que como la oportunidad de ver artistas que difícilmente visitarían nuestro país en sus giras propias.
- La venta indiscriminada de alcohol (aun con el esfuerzo de implementar pulseras +18) propició algunos eventos desagradables, aunque afortunadamente aislados.
- La gente que insiste en grabar con sus teléfonos móviles presentaciones completas, obstruyendo la vista de las personas que están atrás (si quieren ver el concierto en una pantalla, siempre está YouTube).
- Por alguna extraña razón, a las marcas aliadas y a los organizadores, les pareció buena idea regalar globos inflados con helio, lo que terminó siendo un problema para visibilidad de gran parte de los shows.
Corona Capital 2017