Ha pasado un año desde que Hawaiian Gremlins compartió el primer sencillo del que pudo haber sido su disco debut. ‘Little Bird’ mostraba un desarrollo creativo y de identidad de la banda, deshaciéndose por completo de las líneas pegajosas de guitarra surf que los convirtieron en íconos de la escena under de la CDMX para en su lugar integrar elementos shoegazeros y una base rítmica pesada y repetitiva krautrockera.
Ese primer disco prometía ser el fin de las camisas hawaiianas y la estética vaporwave llena de sarcasmo que distinguió a los Gremlins con el seguimiento que nació de sus primeros EP’s, Tennage Ways (2013) y Girls (2014). A algunos les emocionó y a otros no tanto, pero la banda se encontraba lista por dar a conocer todo el trabajo realizado y el destino no se los permitió, su computadora fue hurtada tras un show y con ella se fue el material entero.
Con el lanzamiento de ‘Americana’, el primer sencillo del que se terminará convirtiendo en el disco debut de Hawaiian Gremlins, la banda integrada por Elías Arauz, Francisco Sánchez y Santiago Padilla ha decidido enviar una carta a WARP en la cual comparten la historia que nos dejó sin escuchar al primer material de una de las agrupaciones más brillantes de su generación.
Fuimos víctimas de una desafortunada situación en Cholula, Puebla, un par de semanas después del temblor. Nos robaron la laptop que contenía todos los archivos del disco en el cual trabajamos durante casi un año entero. No teníamos respaldados los archivos y pronto nos dimos cuenta de que habíamos perdido un álbum que ya estaba cerca de estar terminado y cuyo proceso creativo fue agotador.
En retrospectiva, sólo logramos compartir ‘Little Bird’, una canción de lo que planeábamos sería el release de nuestro primer LP. Era un disco con un sonido muy particular que creamos con mucho cuidado, en nuestras mentes sonaba crudo y enfermo, probablemente era mucho más abstracto de lo que estamos haciendo ahora. Había incluso un intento de dub que nos encantaba, pero que nunca logramos comprender del todo. Es curioso recordarlo y escribir acerca de él, porque para nosotros fue la consecuencia de una etapa de cambios muy importante en nuestras vidas, pero realmente no es más que un disco fantasma; solo nosotros lo conocemos y solo en nosotros significó.
‘Americana’ de cierto modo, ha sido un puente muy importante para la banda. No quisimos re-grabar el disco porque sabíamos que no habría forma de recuperar la vibra y replicar el sonido del original, el momento había pasado. Unos meses después, tras infinitas sesiones de jam, compusimos y grabamos esta canción en un solo día, de jalón. Toda la instrumentación salió naturalmente y con las cosas que teníamos a la mano en nuestro estudio.
Durante el proceso de mezcla fue de mucha ayuda la ayuda de Andrés Jaime (Wet Baes), quien nos auxilió en la creación de varios acercamientos antes de dar con la forma final. La masterización es de Alejandro ‘El Chivo’ Elizondo de Los Mundos, y sentimos que entendió lo que estábamos buscando: un sonido medio hipnótico y trabado, chueco e imperfecto. El video es de Clemente Castor, gran cineasta y amigo, que grabó durante la celebración de la cofradía de semana santa en Málaga y Tánger y las imágenes cuentan una historia con múltiples interpretaciones, al igual que la canción.