Gustavo Cerati, un alma perfeccionista: Recordando al líder de Soda Stereo

// Por: Oscar Adame

jue 11 agosto, 2022

Tras su muerte, la huella que dejó impregnada dentro de la música latinoamericana no ha hecho más que acrecentarse ante una colección de álbumes que a lo lejos parece ser perfecta. Cada material se dsistanció del sonido del anterior, con ideas frescas pero siempre a la vanguardia; del shoegaze del Dynamo (1992) al britpop de Sueño Estereo (1995), Cerati se acercó a cada estilo que llegaba a interesarle y la hacía suya.

El carácter perfeccionista del vocalista nunca lo dejó en paz, según su biógrafo Juan Morris, tras terminar cada concierto, Cerati se sentaba en el suelo, prendía la computadora y googleaba videos de su presentación. No dejaba de criticarse, no dejaba de verse para notar en qué podía mejorar.

Su carrera empezó a los 22 años cuando, evidentemente influido por The Police, empezó una banda con Héctor ‘Zeta’ Bosio, cansado del trabajo publicitario y de tocar con bandas de pop. Desde el principio Gustavo Cerati se dio cuenta de que, si querían destacar, la música no era lo único que importaba; tomó un peine, una bolsa llena de maquillajes y se convirtió en el estilista de la banda, imitando el estilo de bandas inglesas de la época como The Cure o Bauhaus.

Soda Stereo, su álbum debut homónimo, llegó tres años después con una buena recepción, sin haber perdido la influencia de la agrupación de Sting y de las bandas de pop que experimentaban con ritmos propios del reggae. Sin embargo, fue con Nada Personal (1985) que la popularidad del grupo explotó gracias a temas que se convertirían en himnos de estadio en poco tiempo como ‘Juego de Seducción’ y ‘Cuando Pase el Temblor’

Con Signos (1986) la banda se convirtió en un referente gracias a las líricas profundas que escribió Cerati para el mismo. No la estaban pasando bien en ese entonces, el miedo al fracaso y las presiones de la disquera empezaron a crear tensiones internas, mismas que se mantendrían por el éxito de Canción Animal (1990) y la experimentación de sus últimos dos discos de estudio.

Soda volvió en el 2008 para romper récords de entrada en conciertos dentro del Estadio River Plate de Argentina y el Foro Sol de México, pero el tiempo no dio para que Gustavo Cerati pudiera considerar hacer nueva música con su extinta banda.