Mariana Ocejo es una artista mexicana cuya introducción al desempeño profesional fue de la manera más recta. Por accidente e impulso puro. Con un background como diseñadora gráfica, la artista logró introducirse desde la industria creativa, para construir un trabajo como directora de arte, y hoy desempeñar con una expresión individual.
En este sentido su mundo visual se ve construido por elementos lejanos, pero por igual comunicativos. Parece que cada pieza de Ocejo viene de un artista diferente, no obstante esto no se da por una falta de estilo, sino un talento general por diferentes áreas de imagen, que no se la artista no se detiene en explorar, realizar y compartir.
Desde visuales en formatos de micro-videos y animaciones a-la Instagram, hoy tan dominante en el mundo del arte contemporáneo, a videos musicales, merch, y claro un desarrollo de pintura y collage propio.
Hoy Ocejo termina proyectos como Crap Art, que busca restituir la basura como materia prima y presume de tener un objetivo claro. Hablamos con la artista sobre su trayectoria, opinión sobre el medio en la actualidad, la relación del arte análogo y digital y más.
Háblame un poco sobre tu trabajo y carrera. ¿Qué te trajo al medio artístico?
Siempre he dibujado, pintado, tocado algún instrumento desde que tengo uso de razón, y nunca he parado. Soy una persona cien por ciento creativa, siempre estoy pensando en nuevas cosas que hacer, tengo una lista de proyectos pendientes y casi todos los días agregó algo nuevo.
Estuve muchos años trabajando de diseñadora gráfica y directora creativa de 9am a 5pm, hasta que decidí renunciar y ponerme a hacer algunos de los proyectos que tenía en mi lista. Mis padres fueron muy comprensivos con mi decisión y me dieron chance de regresar a vivir con ellos para poder trabajar en mi arte sin tener que preocuparme por pagar renta. Esto fue hace año y medio aproximadamente, y no he dejado de crear, a la fecha he hecho más de 170 piezas, ya sean prints o cuadros.
Es un tiempo interesante para la carrera de un artista. Por un lado la auto-promoción es más fácil que nunca, por otro las instituciones y los compradores siguen definiendo el mercado. En tu experiencia, ¿qué puedes decirnos sobre el mercado del arte?
Yo creo que ahora es más fácil “hacerla” como artista. Con las redes sociales puedes estar en tu cuarto y lograr que gente en otros países vea tu arte e incluso venderlo. Por otro lado hay mucha más competencia porque cualquiera puede hacer lo mismo. Mi experiencia ha sido positiva, gracias a las redes sociales la banda Haim usó un poster que yo hice como mercancía oficial para uno de sus conciertos y también me han salido trabajos y vendido arte gracias a ellas.
¿Cuáles son algunos de los detonantes visuales para trabajar tus piezas?
¡Cambian todos los días! Pueden ser colores, texturas, música, lugares, películas. Por ejemplo, tengo dos piezas azules que surgieron por accidente. Estaba tratando de mezclar un tono de azul muy específico para un print, lo estaba tratando de igualar al color que veía en la computadora, pero no me salía. Entre tanto mezclar colores terminé con un bote gigante de pintura de un tono azul/morado que no era igual a la que veía en la computadora pero que me encantó, así que puse a un lado los prints y me puse a pintar esos cuadros azules que son mis favoritos hasta la fecha.
La música es otro detonante. Mientras pinto siempre estoy escuchando música. En mi mente cada canción tiene una gama de colores diferente. Por ejemplo, las canciones en tonos menores generalmente tienen tonos azules o negros.
Otro muy importante para mi es Nueva York, es un detonante visual muy poderoso, hay arte por todos lados, no importa a donde voltees, siempre hay algo. Tengo unos prints de Nueva York hechos con pedacitos de arte de sus calles, posters de conciertos, anuncios, stickers. Solo caminar por las calles de esa ciudad me inspira a crear.
Hablando de cultura web, ¿Tienes relación entre tu obra y el mundo digital? ¿Crees que el arte que vive en Instagram cambia? ¿Que opinas de la relación entre artista / audiencia en este medio?
Vivimos en una era digital y me encanta. Mi arte es una mezcla de lo análogo con lo digital, dibujo mucho en el iPad, casi siempre hago los bocetos para mis cuadros y prints ahí. Me fascina la serigrafía justo por eso, es una mezcla del mundo digital con el mundo análogo. Las ilustraciones las hago directamente en mi iPad, luego usó Photoshop e Illustrator para prepararlas y finalmente las imprimo manualmente.
Si te metes a mi Instagram hay de todo, fotos de mis cuadros y prints pero también motion graphics y videos que solo pueden vivir en una pantalla. Instagram es una plataforma increíble para artistas, tu arte puede llegar a lugares que nunca esperaste y siempre hay una audiencia.
De alguna manera me parece que todo el arte hoy se puede traducir a lo digital, me interesaría saber qué te atrae al formato en el que trabajas en este sentido.
Hoy en día pasamos muchas horas viendo pantallas, especialmente yo que me dedico al diseño gráfico. Pintar cuadros para mi es una manera de desconectarme del mundo digital por unas horas, es relajante, descanso los ojos y la mente por un rato. Pero como dices todo el arte se puede traducir a lo digital, cuando termino un cuadro lo primero que hago es tomarle fotos para ponerlo en las redes sociales y volvemos a las pantallas.
Háblame un poco de tu trabajo como directora creativa, dirección creativa. ¿Crees que en esta área utilizas un músculo creativo diferente?
Empecé a trabajar como directora creativa por accidente. Acababa de entrar a trabajar a una disquera como asistente y diseñadora gráfica. Tuvimos una junta con un director para dirigir un video de música de uno de nuestros artistas. Se supone que yo solo iba a tomar notas pero no pude evitar intervenir en su “brainstorming”, les gusto mi idea y termine como directora creativa del video. De ahí empezaron a surgir otras cosas como mas videos, photoshoots y eventos.
Es un músculo totalmente diferente el que uso cuando dirijo que el que uso cuando creó arte. Cuando pinto soy yo sola, yo y mi mente, es un proceso un tanto egoísta. Como directora creativa tengo que estar atenta a mi entorno, es un proceso que implica trabajo en equipo, lo cual me encanta.
Creo que es un tiempo también importante para la responsabilidad, dentro de cualquier profesión. ¿Cuál crees que es el rol de los artistas en este contexto?
Yo también creo lo mismo, como artistas podemos llegar a tener una audiencia grande y es importante usar esa voz para algo positivo y no solo para alimentar el ego. Justo acabo de terminar mi colección “Crap Art”, todos los cuadros están hechos con basura. Cada persona genera cientos de kilos de basura al año. Las piezas de esta colección están hechas con cosas que no son reciclables o no son tan fáciles de reciclar como pedazos de tela, calcetines sin par, cuerdas de guitarra viejas, CD’s, casetes, candados sin llave, llaves sin candados, botones, cables, etc. Sé que no es fácil o realista llevar una vida sin generar ningún desecho, pero espero que a través de mi arte pueda generar conciencia sobre el reciclaje, para que la gente piense dos veces antes de comprar cosas que no son reciclables y que acabarán contaminando más el planeta.