Sigur Rós debe de ser de las bandas mas difíciles de describir, son complejos y eclécticos, desde su personalidad hasta su estilo y aunque ellos se denominen post-rock, su música los libera de una distinción de género, esto es importante ya que los vuelve adecuados para diferentes gustos. Tratar de explicar su sonido tampoco es tarea fácil, si alguien me preguntara como los definiría en una palabra, la palabra sería “bonito” y tal vez mi definición no podría llegar más lejos de eso. Al ser una banda de origen islandés el lenguaje es incomprensible para la mayoría de los que vivimos en México, pero esto le da una propiedad única a la música, ya que no solo son canciones que cantas y coreas, es algo que escuchas en serio, es por eso que la fuerza radica en los instrumentos de Georg Hólm, Orri Páll Dýrason y Jónsi (Jón Þór Birgisson).
¿Qué es lo que uno piensa cuando va a escuchar “Kveikur”, su nuevo material? Pues que te va a transportar a un mundo onírico como solo ellos lo logran, así que te pones los audífonos y te tiras en la cama, la música comienza, pero lo que sale de los auriculares no es algo salido de un sueño, es algo mas como el soundtrack de “Inception” (muy ad hoc), que en realidad te confunde. Esto es porque estamos acostumbrados a esos tracks que introducen a Sigur Rós en todo su material pasado a ser simples y suaves, pero esta vez no es así, lo que creíamos seria un sueño ahora es más cercano a algo oscuro, pero no me malinterpreten, ¡suena muy bien!
Salirse de la zona de comodidad no es fácil y Sigur Rós lo ejemplifica ejecutando su nuevo disco de la forma menos esperada posible. Gracias a este nuevo sonido eléctrico (que parece inspirado de la distorsión de Trent Reznor) y a las percusiones pesadas de Páll Dýrason, recibimos un material que parece tener menos esperanza, pero aunque sea tan contrario a lo que se ha hecho antes, es interpretado con la misma seriedad y profesionalismo que siempre ha tenido. No se están resbalando hacia un lado experimental pretencioso, sino que están mostrando el alcance que tiene su rango artístico. Ejemplos de esta nueva cara de Sigur Rós son: ‘Kveikur’, ‘Brennisteinn’ y ‘Hryggjarsula’, pero también tenemos espacios melancólicos (como en ‘Var’) y tonadas más alegres (‘Rafstraumur’), lo que vuelven este intento de cambio algo radical que no afecta la naturaleza de la banda. Sigur Rós es una banda innovadora y creativa sin lugar a dudas y esta placa es testimonio de ello, podremos verlos este año en el Corona Capital 2013, así como escuchar su nuevo material en vivo.