//Por: Oscar Adame
1996 fue un año de incertidumbre para la comunidad académica de todo el mundo. Los nuevos medios y la evolución tecnológica que se vivía en aquella época hicieron que una cantidad risible de nuevos tratados respecto al manejo de contenidos y de derechos en la nueva ‘época digital’ se firmaran; sin embargo aun con la importancia de estos convenios internacionales, los reflectores se enfocaron en un texto bastante particular, un borrador que terminaría por volver paranoico a Washington .
Con ‘El Fin Del Hombre’ el politólogo Francis Fukuyama explicó de forma precisa su visión a futuro respecto a esta revolución biotecnológica y de nuevos medios que se empezaba a observar. Brechas sociales que terminarían en geneocidios y la pronta des-humanización de nuestra especie, entre las consecuencias más fuertes. Aunque resulté extraño, a los pocos meses una estrella pop logró resumir todo lo explicado en 400 páginas por este hombre en una canción pop tan pegajosa como visionaria.
‘Virtual Insanity’ ayudó a Jay Kay a posicionar su fama en todo el mundo. El video, con el piso móvil y sus inconfundibles pasos de baile, fue una revolución tan importante para la industria de la música, como la revolución biotecnológica para el propio Jay Kay. -‘And now every mother, can choose the color, Of her child, That’s not nature’s way’, habla sobre uno de los puntos de Fukuyama respecto al perfeccionamiento artificial de la propia especie. – ‘Oh, now there is no sound for we all live underground’, afirma que habrá una brecha en la cual quienes no tengan acceso al propio auto-perfeccionamiento vivirán sin posibilidades de escalar socialmente.
21 años después las profecías de Fukuyama no se han cumplido, del todo, pero eso no detuvo a Jay Kay de darle una especie de continuación a ‘Virtual Insanity’ con su primer disco en 7 años: Automaton, en donde imagina que esa des-humanización y brecha social ha llevado al mundo a una especie de futuro post-apocalíptico.
La canción que lleva el título del disco es una joya que juega con elementos electrónicos bastante particulares que muchos han relacionado erróneamente con la música de Daft Punk, siendo la propuesta de Jay Kay un tanto más cerebral que aquella realizada por los robots. Los detalles glitch en el fondo instrumental, fácilmente relacionables en un punto mainstream con Aphex Twin y el IDM, son una delicia; mientras las escalas en los sintetizadores en un primer plano agregan una intensa emoción a la pieza que ayuda a dejarla fluir hasta su primer puente instrumental.
La actuación vocal de Jay es excitante, una de las mejores que ha tenido desde los 90 y la lírica es tan inteligente como pegajosa. -‘Hey, you got me down underground’, es una relación directa con ‘Virtual Insanity’, él está con los otros tantos que no fueron capaces de adaptarse a las nuevas necesidades sociales en un inicio, pues – ‘Can’t you feel me feeling?, Take my hand, Cold like a junkie, I’m an ice cold man’, sí terminó con su propia humanidad.
El video musical de ‘Automaton’ es también una delicia que llega a su punto más alto al final de la pieza. Jay Kay, moviéndose como un robot y vistiendo una corona futurista se encuentra con aquella que lo convirtió en un ícono hace más de dos décadas: una corona idéntica, pero de aluminio; la coloca frente a él, deconociéndola. Él desconoce a su pasado humano, a su propia humanidad y por lo mismo se desconoce a sí mismo.
No puedo expresar el bajón que me dio el escuchar el resto del disco, y no es porque el resto sea malo, para nada, es sólo que Jay Kay ha perdido la oportunidad de entregar una joya de disco conceptual si hubiera seguido con ese discurso en sus 12 canciones. Contrario a la visión tan interesante, y bien planteada que tiene respecto a la evolución tecnológica, nos dio más de lo mismo: autos rápidos, mujeres salvajes, fiestas alocadas, etc… una verdadera lástima.
Automaton habré con ‘Shake It On’ una canción que hace uso de sintetizadores, ahora sí retomados del french wave de Daft Punk, muy detallados que convierten a su escucha en un arrebato total de la atención del escucha.
El segundo sencillo del disco ‘Cloud 9’ empieza con unos suspiros sintetizados muy parecidos a lo presentado el año pasado por Richard Aschcroft en ‘This Is How It Feels’ mientras la instrumentación funk empieza a sonar al estilo de antaño de Jamiroquai. El coro es una belleza, sumamente pegajoso y bailable, como debe de ser.
Tengo un gran problema con ‘Hot Property’ pues la pieza, musicalmente hablando, está increíblemente detallada, llena de cambios armónicos repentinos, guitarras funk bailables y elementos electrónicos que rayan en el krautrock; sin embargo, la lírica es asquerosa. Alguien debería de decirle a Jay Kay que hablar de una chica como ‘hot property’ dejó de ser algo ‘hot’ hace más de dos décadas; misoginia de esa que enferma. Estoy seguro que si no hubiera sido por esa selección de palabras este sería un sencillo realmente exitoso, en cambio su disquera ni siquiera lo seleccionara como uno.
‘Something About You’ es una canción bellísima, alegre y súper bailable que hace uso de una voz sintetizada para el coro, un gancho de esos que te agarran por semanas enteras sin dejarte ir. El detalle en la instrumentación acid-jazz hace que los replays valgan completamente la pena; hay tantos elementos escondidos que necesitaras de varios meses para apreciar la canción en su totalidad.
‘Summer Girl’, ‘Dr Buzz’ y ‘Vitamin’ van a terminar por satisfacer a los seguidores de antaño de este proyecto, con un sonido nostálgico que recuerda a la épica de “The Return Of The Space Cowboy”.
Los 7 años de espera han valido la pena, pues este es un disco redondo en cada una de sus partes; lleno de canciones memorables increíblemente detalladas y muy bien construidas que podrían ser hits radiales tan importantes como ‘Virtual Insanity’, ‘Space Cowboy’, ‘Emegency on Planet Earth’, ‘Cosmic Girl’ o ‘Deeper Underground’ si el contexto musical se los permitiera. Sin embargo, el que el discurso presentado en el track que le da su título al disco no haya sido explotado debidamente a lo largo de sus 12 canciones, siendo que es uno tan profundo e interesante, es una gran decepción.