Mechanical Bull

Calificación

8.4

Kings of Leon

Sony Music México

// Por: Héctor Adolfo Ituarte

dom 22 septiembre, 2013

Artista: Kings of Leon

De donde provengo –el norte– un toro mecánico no es un mero instrumento de diversión para ser montado en noches de vapores etílicos, entre sombreros, pacas de paja y las risas de los asistentes a la misma cantina temática (o a cualquier antro con ganas de partirle la crisma a los clientes), es también el símbolo de una diversión pura y adrenalínica, pero siempre familiar y algo calculada. Recuerda a una cerveza helada en la mano. Amigos. Música. El mareo preventivo en la boca del estómago.

Así comienzan los acordes del primer sencillo y número de apertura de “Mechanical Bull”, con ese espíritu tan familiar como salvaje y potencialmente destructivo de una máquina diseñada para sacudir el cuello. Así suena ‘Supersoaker’. Empero, esta es una bestia cuyo resplandor metálico deslumbra los sentidos desde diferentes ángulos. Los Followill han debutado temas como ‘Don’t Matter’ (número tres en el tracklist), que si bien no es algo nunca antes escuchado de entre sus guitarras y con un ritmo cuasi-shogazer, deja el sabor de boca de una pilsener peligrosa: suave, inconspicua y de potencial atómico si se le toma con exceso.

La redención que encuentra este cuarteto de hermanos después de los distanciamientos evidentes que dejó el ‘Come Around Sundown’ (2010) es también palpable. Hay madurez y se nota en la voz de Caleb, que también hay comodidad como la del hogar que encuentra su lírica. Sin exceso de protagonismo, Kings of Leon es ahora una banda, un conjunto que trasciende a los vínculos de consanguinidad de cuatro extraordinarios músicos. Es la libertad que el escribir, producir y ejecutar sin pretenciones deja como resultado en una producción discográfica hace de este toro todo un ejemplo.

Aunque para muchos, puede notarse en temas como ‘Rock City’ un aire más pop que el acostumbrado, esto también es una señal de que KoL no necesita probar en cada tema que su sonido es tan único que padezca de unidimensionalidad. Es más que eso, es la potestad que sólo la experiencia y el resurgimiento por fuerza de voluntad creativa deja como impronta en un grupo de ejecutantes que ya no son extraños a un estudio y no ansían comérselo con cada compás grabado.

Esta producción deja entrever que las ganas de azotar el pavimento son muchas, que lo que se quieren devorar es al público con las giras que previas al lanzamiento ya han acompasado incluso los teasers y el segundo sencillo: un ‘Wait for Me’ que en plena sinceridad puede convertirse en una de esas infaltables ocasiones de abrazo y coro masivo en los conciertos que están por venir. Lleno de momentos, “Mechanical Bull” es ese tipo de trabajo musical que trasciende a la época de su gestación y posible maduración entre el público. Está revestido de una atemporalidad en los temas que bien pueden remitirnos a la década pasada o marcar el paso para lo que KoL y otras bandas en el circuito habrán de hacer mañana. Y esto se nota hasta en el cover art.

Con temas de sacudida evidente y otros de safe ride, esta bestia de once piezas no decepcionará a quienes aún creen (o creemos) en el poder de un álbum, en el poder de un ‘Tonight’, que puede hacernos abandonar el cuerpo por completo. Este disco es una bestia que de un quiebre puede hacernos perder el piso.

Caveat emptor.

Tómese como sugerencia personal si así se desea, pero fuertemente recomiendo no conformarse por la edición estándar de “Mechanical Bull”. Muévase cielo, mar y tierra y disfrútese a placer de la edición Deluxe que deja dos temas más, en especial valuable por  ‘Last Mile Home’, el peso que hace moverse a mi balanza a la calificación que este álbum recibe.